Segovia

El turismo de Nochevieja concentra las reservas en los restaurantes

Unos de los más adelantados y tradicionales son los vecinos de Abades. Desde hace ya un cuarto de siglo, celebran la Nochevieja con 24 horas de antelación, una iniciativa que surgió de una peña cuyos miembros decidieron, de forma espontánea, disfrutar juntos de las campanadas el 30 de diciembre, ya que el 31 cada uno recibiría el año nuevo con su familia en sus respectivos hogares. El testigo lo tomó una asociación cultural y, en colaboración con el Ayuntamiento, el acto ha ido tomando más relevancia con el paso de los años, convirtiéndose en una de las citas ineludibles para los abaderos y vecinos del entorno, que no dudan en disfrutar de esta anticipada celebración. Anoche no faltaron a la cita.

También de manera anticipada, aunque en esta ocasión con tan solo unas horas, se vive la Nochevieja en Fuenterrebollo. Este año también será el 31 de diciembre pero a partir de las 13:00 horas, con sus ya tradicionales 'pre-uvas', una fiesta de fin de año con campanadas anticipadas, cotillón, uvas y sidra. Se trata de una cita que desde hace años organiza la asociación 'Los que roban lo cavao' y que también congrega a numeroso público.

Pero no solo se adelantan celebraciones. También se hace deporte, una tradición de la última tarde del año. Decenas de municipios segovianos organizan esta tarde carreras populares bajo distinto nombre, una tradición que cada año se extiende a más municipios a lo largo de toda la geografía provincial. Aunque hay quienes buscan batir sus marcas, la carrera es una fiesta marcada por los tintes divertidos y los disfraces.

Pero en Segovia son muchos los lugares que, para la tarde del 31 de diciembre, optan por adelantar el ocio mediante la celebración de actividades como bingos o el cada vez más aceptado 'tardeo'. Se adelanta así la fiesta, una costumbre menos habitual que en Madrid, donde bares y discotecas tienen más actividad el 1 de enero que 24 horas antes.

En La Lastrilla, desde las 14:00 y hasta las 20:00 horas aproximadamente, la nave multiusos Antonio González acogerá una fiesta que tendrá su continuidad tras las uvas con un DJ y bonocopas. La iniciativa parte de la comisión de fiestas y cuenta con la colaboración del Ayuntamiento, cuya alcaldesa, Elisabet Lázaro, detalla que la idea es «que la gente se quede en el pueblo y no cojan los coches si van a beber».

Así surgió una iniciativa que ha ido ganando adeptos, ya que hasta esta fiesta acuden no solo vecinos del municipio, sino también de Segovia y otras localidades del entorno que buscan una fiesta más cercana y evitar aglomeraciones. Se trata de un cotillón enfocado a la juventud, aunque abierto a todos los mayores de 16 años. La alcaldesa destaca que es la comisión de fiestas la que lleva las riendas, prepara la barra y obtiene beneficios para realizar actividades en las fiestas patronales. «La gente responde muy bien», asegura a horas de la edición de este año, que vuelve a contar con «muy buenas perspectivas». Para que sea un éxito, pide «prudencia y civismo».

Fiestas similares se repiten en localidades como Palazuelos de Eresma, donde se instalará una disco móvil en la carpa de Navidad; en el centro social de Tabanera, organizada por la Asociación Cultural La Atalaya; o en San Cristóbal de Segovia, organizada por la comisión de festejos. En este caso, la fiesta es únicamente para mayores de 18 años y el Ayuntamiento confía en que la misma transcurra en las excepcionales condiciones de concordia y fiesta en que se desarrolló el año pasado.

Antes de las fiestas de madrugada, llegarán las cenas. Los segovianos, por lo general, siguen apostando por cenar en familia y en sus hogares. No obstante, sí se aprecia desde hace años una mayor tendencia a no pasar las horas previas en la cocina y encargar con antelación la última comida del año. En la cena de Nochevieja también sigue teniendo peso la tradición y los lechazos y cochinillos asados son los preferidos para llevar a casa, aunque también se opta por comprar elaboraciones de canapés y entrantes e incluso pescados ya cocinados.

Pese a que la mayoría de los segovianos prefiere cenar en casa, los hoteles y restaurantes también experimentan una buena ocupación en sus comedores. Un pequeño porcentaje de segovianos se apunta a despedir el año en restaurantes y hoteles, como en la Casona del Pinar, de San Rafael, donde para esta Nochevieja, para la que han realizado ofertas especiales, con cena especial y cotillón, se contará con muchos vecinos del pueblo. Los que además de cenar opten por alojarse en el establecimiento también podrán disfrutar de distintas actividades y comida especial de Año Nuevo.

Pero Segovia se ha convertido también en un destino atractivo para el visitante de fuera de la provincia en la última noche del año. En restaurantes de la ciudad, como el Redebal, también ofrecen cena y cotillón de fin de año, aunque en este caso el 90% los comensales son de fuera de la provincia. El perfil, de gente de mediana edad, se repite también en las fiestas y cotillones especiales del resto de hoteles y restaurantes abiertos el 31 de diciembre. En el caso concreto del hotel Puerta de Segovia, están al borde del completo con alrededor de un 15% de las reservas de gente de Segovia. La mayoría de sus clientes para esta noche llegan de fuera de la provincia dusipuestos a disfrutar de la cena, las uvas y la fiesta con cotillón posterior. La situación será diferente en la noche de reyes, cuando los segovianos sí son más dados a cenar fuera de su casa y disfrutar de la gastronomía de restaurantes y hoteles.

Una de las excepciones se da en el complejo Venta Magullo, completo desde hace semanas para Nochevieja con el 50% de sus clientes de Segovia de mediana edad. De la otra mitad, de los que llegan de fuera, abudan las familias. En todos los casos el perfil es el del cliente habitual que año tras año opta por recibir el nuevo año en este ambiente festivo.

Un ambiente de diversión que, para los más jóvenes, se trasladará por la noche a bares y discotecas. Son muchos los locales de ocio nocturno que apuestan por regalar la tradicional bolsa de cotillón con antifaces, serpentinas, collares y distintos accesorios, para dar más colorido a la noche, además de contratar 'djs' para animar las primeras horas del año. En Segovia, una de las novedades es la discoteca Casanova, que acaba de abrir sus puertas hace ahora una semana. Aunque han tenido un pequeño problema con el suelo del local, finalmente este fin de semana volverán a abrir sus puertas con la expectativa de llenar la sala, que cuenta con un aforo de 600 personas.