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Luis Martín entrevista a la cantautora Rosa León momentos antes de su actuación en Ladreda 25. DE ANTONIO

Por fin los tiempos estaban cambiando

El Museo Rodera-Robles acoge hasta junio una exposición fotográfica que rescata la memoria cultural del tardofranquismo y la Transición en Segovia, coordinada por Luis Martín

Carlos Álvaro

Segovia

Domingo, 25 de diciembre 2022, 20:53

«Estas viejas ciudades siempre han estado muy pagadas de sí mismas y de sus costumbres. Por eso, en ellas, los cambios han sido siempre, si no difíciles, sí al menos laboriosos. Pero al final iban llegando. Y los usos se iban mezclando unos con ... otros casi sin que nos diéramos cuenta».

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Las palabras de Fernando Ortiz, miembro del Nuevo Mester de Juglaría, introducen muy bien la última exposición que ofrece el segovianísimo Museo Rodero-Robles, 'Segovia: Cultura abierta en tiempo de cambios', que toma el relevo de la exitosa trilogía dedicada al fotógrafo Manuel Riosalido y podrá visitarse hasta el mes de junio.

Quienes vivieron su juventud durante el tardofranquismo y la Transición (finales de los sesenta y toda la década de los setenta), recordarán perfectamente el Club Studio, la discoteca Ladreda 25 y el bar galería Poetas, tres iniciativas alentadas por Luis Martín González que insuflaron aires nuevos en una ciudad dormida, muerta, y canalizaron las ganas de vivir en libertad y democracia de toda una generación de segovianos. Martín ha sido precisamente quien ha propiciado la exposición echando mano del archivo fotrográfico personal. Él fue quien realizó el programa musical del Club Studio y puso en marcha la programación musical y cultural de Ladreda 25. Después, embarcándose en un proyecto propio, consiguió hacer un hueco a la cultura en el recordado bar Poetas, situado en el número 22 de la calle Escuderos.

Sobre estas líneas, Martín, con Luis Eduardo Aute y José Luis López Vázquez. Arriba, la exposición. ANTONIO TANARRO / JOSÉ DE ANTONIO

«Fue una época muy bonita, dorada. Los jóvenes nos lo pasamos muy bien, nos divertimos mucho y, quizá sin saberlo, sin ser plenamente conscientes, pusimos nuestro granito de arena en la apertura de la ciudad», señala Luis Martín.

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La exposición hace un recorrido fotográfico por las tres iniciativas. En el Club Studio, impulsado por dos comprometidos profesores, José Antonio Pérez Gállego y Asterio Llorente, el inquieto Luis Martín puso en marcha Musical Studio, «una radio sin radio, una lista de éxitos con discos prestados», abierto a la ciudad con conciertos matinales en directo en locales como Florida, Las Sirenas o Terraza Jardín. De esta época, finales de los sesenta, son dos fotografías en que puede verse a Luis Martín con Camilo Blanes, futuro Camilo Sesto, entonces batería del grupo Los Botines.

«En estas ciudades, los cambios han sido siempre, sí no difíciles, sí laboriosos»

fernando ortiz

Músico

A finales de 1970, abrió en la avenida Fernández Ladreda la mítica discoteca Ladreda 25. La idea era que se llamara Ladreda Street, pero el autoridad municipal no permitió la combinación del apellido del histórico militar con un témino inglés. Cosas que pasaban en una época en que los cantautores, los artistas, los poetas y los grupos musicales se estaban jugando algo más que el porvenir.

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Sobre el pequeño escenario de Ladreda florecieron numerosos programas por los que desfilaron la flor y la nata de la música de la época: Rosa León, Ismael, Emilio José, Hilario Camacho, Manolo Sanlucar, Luis Eduardo Aute, el maestro Agapito Marazuela, el Nuevo Mester de Juglaría, Aguaviva... «Íbamos teniendo ganas de comprender cosas. De saber por qué Pablo Guerrero decía que tenía que llover a cántaros. De encontrar las rosas en los mares de Aute y de descifrar las Paraules d'amor del gran Joan Manuel. Y de hablar de cosas de las que no se hablaba, porque era mejor dejarse de políticas, según nos advertían los mayores», apunta Fernando Ortiz.

«Fue una época muy bonita, dorada»

luis martín

Coordinador de la exposición

El Poetas abrió en 1977, de la mano del propio Luis Martín. «Con lo que había ganado en Ladreda 25, monté el Poetas. Primero lo llevé con Jesús Fernández, Susi, y después en solitario», recuerda el coordinador de la exposición. Era un local pequeño dotado de una barra en la planta de la calle y de un acogedor cuarto de estar en el sótano. Sillones de mimbre, lámparas de flecos y cuadros de Machado y García Lorca en las paredes. Un lugar obligado para quienes necesitaban algo más que una cerveza o una copa. En el Poetas presentaron libros Juancho Armas Marcelo o Gloria Fuertes, actuaron Soledad Bravo, una de las musas de Rafael Alberti, y un joven Joaquín Sabina, que cantó temas de su álbum 'Malas hierbas', y encontraron asiento el cineasta Carlos Saura, la escritora Marichu de la Mora o la actriz Geraldine Chaplin. «Ahora, cuando miro el retrovisor, me pregunto cómo pude conseguir todo aquello, y con la iniciativa privada, sin ayudas públicas», señala Luis Martín.

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Carteles, anuncios, posavasos, servilletas, carátulas de discos, recortes de periódico y libros completan el recorrido por una exposición en la que también han colaborado Juan José Bueno, Juan Ignacio Davía, Juan Pedro Velasco, Mariano Mate, Pablo Sevilla, Tomás Ortiz, Eliseo de Pablos, Fernando Ortiz y el propio director del museo, Rafael Cantalejo.

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