José Juan Rodríguez, profesor experto en Seguridad Alimentaria
José Juan Rodríguez, profesor experto en Seguridad Alimentaria
El proceso de elaboración de tortillas de patata en la planta del grupo Palacios en la localidad segoviana de San Martín y Mudrián sigue parado. Desde la madrugada del miércoles al jueves día 20 de este mes de julio, cuando la empresa adoptó la ... medida «voluntaria y preventiva», la producción está «detenida temporalmente», como notificó la empresa en un comunicado urgente emitido por la noche a raíz de un «informe de situación sobre un brote de botulismo asociado al consumo de tortilla de patata envasada». Este era el enunciado del aviso en el que la Dirección General de Salud Público del Ministerio de Sanidad desgranaba cuántos eran los casos detectados, los confirmados y los posibles, dónde y la comunicación a las comunidades autónomas implicadas.
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La compañía alimentaria, además de interrumpir los procesos de elaboración del producto sospechoso, también retiró este plato precocinado de los lineales de los supermercados y tiendas donde se comercializan y pidió a los clientes que pudieran haber adquirido la tortilla que la devolvieran. La Junta de Castilla y León ha verificado este protocolo, como aseguraba el jueves 20 el portavoz del Gobierno regional, Carlos Fernández Carriedo.
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Desde entonces, desde ese jueves 20 frenético, ni la Agencia Española de Seguridad Alimentaria, que es la que dio la primera información, el martes 18 por la tarde, de la detección de cuatro casos de botulismo y otros dos probables, como consecuencia de una notificación al Sistema de Alertas de Salud Pública, Palacios no ha recibido detalles de los resultados de la investigación que se lleva a cabo para determinar si, como apuntaba la citada agencia estatal, existe un «vínculo común de consumo en los días previos de tortilla de patata envasada adquirida en diferentes supermercados».
El profesor experto en Seguridad Alimentaria de la Universidad Autónoma de Barcelona, José Juan Rodríguez Jerez, plantea varias dudas sobre el procedimiento que se ha seguido hasta ahora. Doctor en Veterinaria por la Universidad de Zaragoza, diplomado en Microbiología e Higiene de los Alimentos por el Instituto Pasteur de Lille y diplomado por la Universidad de Navarra en Nutrición Humana y Dietética, suele colaborar con las empresas en garantizar la seguridad de sus procesos de producción. El analista empieza por cuestionar la alerta sanitaria en este caso. «No ha llegado a haber alerta porque los productos han sido previamente retirados, la alerta se produce cuando están en el mercado y la gente los tiene en su casa con el objetivo de que no se consuman».
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El experto defiende la respuesta del grupo Palacios desde que se conocieron los primeros casos de botulismo. Primero hubo una información de la agencia española y posteriormente, en la tarde-noche del miércoles 19, el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias avisaba de un brote de botulismo asociado al consumo de tortilla de patata envasada. «Antes de que fuese a más, para proteger la salud del consumidor, y ante el ruido mediático, el grupo decidió retirar las tortillas del mercado».
Una decisión que se toma pocas horas después del informe de situación de la Dirección General de Salud Pública, en la los albores de la madrugada del jueves, precisa Rodríguez Jerez, quien agrega que en la documentación que hace pública la Administración sanitaria «no se identifica bien a la empresa» cuyas tortillas pueden estar detrás de los casos confirmados y probables de botulismo.
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José Juan Rodríguez Jerez
Profesor experto en Seguridad Alimentaria
El profesor de Seguridad Alimentaria deduce de esa cadena de avisos, información y la respuesta de la compañía que «no hay una declaración oficial». No niega que haya un brote de botulismo, como informan tanto la Dirección General de Salud Pública como la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición porque hay casos confirmados. En concreto, los últimos datos publicados por la Administración notifican siete con un antecedente de consumo de tortilla de patata envasada en los días previos al inicio de la clínica». Cuatro están confirmados por el laboratorio en los que la horquilla temporal de los síntomas va del 24 de junio al 4 de julio. Además, hay otros tres casos probables, ya que la clínica «es compatible» y se aprecia «vínculo epidemiológico», en los que el inicio de los síntomas data del 21 de junio y del 10 de julio.
Además de apuntar el hecho de que la información retrotrae el consumo a junio, José Juan Rodríguez Jerez hace un inciso en su exposición a que «no se percibe una inquietud en los ciudadanos, y la inquietud cae porque el producto no está en los lineales» de venta. En este sentido, insiste en que la reacción del grupo Palacios fue rápida y eficaz. Retiró las tortillas del mercado, pidió que se devolvieran las adquiridas y además ha parado temporalmente la producción a pesar de que las inspecciones aparentemente no han encontrado ninguna traza del 'clostridium botulinum' y sus toxinas, como han hecho hincapié fuentes de la empresa tras recibir en una semana al menos cuatro visitas en la planta segoviana donde se elaboran las tortillas de patata precocinadas y envasadas.
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«No hay evidencia científica ni pruebas» que vinculen este alimento a los episodios de botulismo, han subrayado hasta la fecha en la compañía, pese a que afectados incluso han requerido el ingreso en la Unidad de Cuidados Intensivos debido a la gravedad de los síntomas.
Rodríguez Jerez parte de la premisa de que «si es brote hay que revisar el sistema de elaboración y los protocolos». Coincide con las fuentes de Palacios en que en la investigación que se desarrolla por parte de las autoridades sanitarias «no se ha encontrado presencia de 'clostridium botulinum' ni de sus toxinas», aunque añade para precisar que «se siguen haciendo más análisis».
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Al repasar toda la cadena de informaciones y avisos, el profesor experto en Seguridad Alimentaria echa de menos «la notificación a la empresa de qué casos están asociados, la descripción de la encuesta epidemiológica y el análisis de los datos de la Administración pública». En esta línea, hace hincapié en el hecho de que Palacios se adelantó en aras de proteger la salud de los consumidores en detener provisionalmente la producción de la planta de Mudrián y en retirar todas las tortillas de patata envasadas que estaban en doce tiendas y supermercados.
Los resultados pormernorizados de la encuesta epidemiológica que, por el momento, echa en falta que sean comunicados a la compañía alimentaria son clave en todo el proceso de la alerta. Así, Rodríguez Jerez subraya que el grupo tiene «dudas sobre si los consumidores abrieron el envase y dejaron la tortilla a temperatura ambiente, si rompieron la cadena del frío...» En los casos específicos del padre e hija italianos que han resultado infectados, hay cuestiones que no están resueltas, apunta el experto, como «si las tortillas que compraron en Valladolid las comieron allí o en el viaje de vuelta a Italia».
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José Juan Rodríguez Jerez
Profesor experto en Seguridad Alimetaria
La falta de esos detalles que debe facilitar la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición «permite la especulación». Y el asunto es demasiado grave, apostilla el profesor. No en vano se trata de garantizar la alimentación y la salud pública. «Lo normal sería que, si la empresa verifica sus procedimientos, ver resultados negativos» de presencia del 'clostridium botulinum'. Además, «ayudaría a saber las condiciones en que se produce cada caso».
José Juan Rodríguez Jerez afirma que Palacios ha solicitado la información, pero a fecha del pasado viernes, aún no la tenía en sus manos. Es decir, más de dos días después de las dos notificaciones de la agencia estatal y del centro de emergencias de la Dirección General de Salud Pública.
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El analista va un poco más allá al señalar las sombras en las que hasta ahora se ha desarrollado el proceso. Además de deducir, a partir de la información oficial hecha pública por la Administración sanitaria, que no hay una evidencia epidemiológica contrastada y demostrable que verifique la relación causa efecto entre la ingesta de las tortillas precocinadas que se hacen en la plata de Mudrián con los casos de botulismo recabados, Rodríguez Jerez explica que el 'clostridium botulinum' es «ubicuo». Es decir, que el bacilo y las toxinas que desprende pueden estar «en lugares muy variados, como en la arena de la playa».
La documentación de los órganos estatales establecen una «coincidencia» en el producto, que apunta a la tortilla de patata envasada. Sobre esta información oficial, el profesor entonces vuelve a considerar necesario que se notifique a la empresa el análisis de los casos, y esos datos deberían incorporar cuestiones como «cómo se ha comido la tortilla, con qué se ha comido...» en pos de esclarecer esa coincidencia sobre el mismo producto. Y es que José Juan Rodríguez Jerez comenta que «no creo que sea el mismo tipo de producto porque hay más marcas».
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En las comunicaciones de la Dirección General de Salud y de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición «ni siquiera se han identificado los nombres de los lotes». Ante estas lagunas en la documentación oficial que percibe, el especialista añade que, «por desgracia, el daño a la empresa está asumido».
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