Vecinos de San Rafael cruzan por un paso de peatones para interrumpir el tráfico ante la mirada de la Guardia Civil. Antonio de Torre

Segovia

San Rafael muestra su hartazgo con el tráfico de la travesía

Unos 200 vecinos interrumpen la circulación para reclamar la bonificación del peaje

Quique Yuste

El Espinar

Domingo, 18 de agosto 2024, 22:37

Alrededor de 200 personas, el 10% de la población censada en el núcleo de San Rafael, salieron este domingo a la calle para reclamar medidas que aumenten la seguridad de la travesía que atraviesa el municipio. Lo hicieron tras años sin avances ni medidas que ... hayan conseguido reducir el número de vehículos que cada día circulan por la N-6 para conectar Castilla y León con la Comunidad de Madrid, unos 19.000 al día según las estimaciones de la plataforma que desde hace décadas reclama una solución para la travesía.

Publicidad

La protesta de los vecinos de San Rafael tuvo que realizarse de forma enmascarada. La Subdelegación del Gobierno prohibió cualquier manifestación o corte de la travesía la tarde en la que más tráfico se esperaba por la N-6, en plena operación del puente de agosto, con decenas de miles de madrileños regresando a su comunidad tras pasar el puente o las vacaciones en el noroeste de España. Una decisión que cabreó aún más a los espinariegos, quienes no podían entender que el exceso de tráfico por el que se manifestaban fuese precisamente la excusa dada para no permitir el corte de la travesía. «Nos han limitado el derecho a poder manifestarnos y es la única que nos ha quedado», declaró Javier Figueredo, alcalde de El Espinar. Por ello, el Ayuntamiento ideó la protesta como una visita guiada en la que se tendría la oportunidad de conocer mejor cada negocio de la zona. Una excusa que ni siquiera se trató de disimular.

Lo sabía la Guardia Civil, que desde varias horas antes tomó posiciones en San Rafael para asegurarse de que todo transcurriera sin grandes incidentes. Con varios agentes colocados en cada uno de los pasos de peatones de la travesía de San Rafael, se encargaron de regular el tráfico, tanto de vehículos como de personas. Desde las 18:00 horas y hasta poco antes de las 20:00 horas, decenas de vecinos se dedicaron a cruzar una y otra vez los pasos de peatones de la travesía. Lo hacían despacio, para ralentizar aún más el tráfico, con silbatos, pancartas o incluso con dulzainas. Mientras, los conductores retenidos en los coches esperaban con paciencia que los más de 40 agentes repartidos por la travesía dieran la orden para poder reanudar la marcha.

Cuando los vehículos comenzaban a rodar, con decenas de vecinos a cada lado de la carretera, los silbatos comenzaron a sonar todavía con más intensidad. También los gritos de 'Fuera, fuera' con los que los espinariegos quisieron dejar claro su deseo de reducir todo lo posible el número de vehículos que circulan por su travesía. Apenas hubo incidentes, más allá de un conductor que detuvo su vehículo demasiado cerca de los peatones y que se ganó una reprimenda de algún de vecino. En la parte final de la protesta la tensión creció al entender los manifestantes que la Guardia Civil estaba reanudando la circulación con demasiada rapidez.

Publicidad

Finalmente, y tras casi dos horas de una protesta que provocó colas de vehículos en sentido Madrid cuyo final no alcanzaba la vista, la 'visita guiada' organizada por el Ayuntamiento de El Espinar concluyó con la lectura de un manifiesto con el que se dejaron claras las soluciones reclamadas.

«Hay nerviosismo»

Los vecinos de San Rafael tienen claro qué es lo que debe hacer el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible para lograr reducir la intensidad circulatoria por la travesía. A la espera de una decisión sobre la nueva concesión de siete años que se debe realizar en 2029 de la AP-6, la AP-61 y la AP-51 y las condiciones que esta debe tener, los espinariegos reclaman al Gobierno central que bonifique los peajes tanto para los vehículos pesados –se calcula que unos 4.000 pueden llegar a circular al día por la travesía– como a los viajeros recurrentes que cada jornada optan por viajar entre Madrid y Segovia a través del Alto del León para evitar el pago del peaje para usar el túnel de Guadarrama.

Publicidad

El alcalde de El Espinar, que aprovechó la presencia de guardias civiles en San Rafael para recriminar al Gobierno el cierre hace años del cuartel, afirmó confiar en que las protestas causen efecto. «Hay nerviosismo», dijo Figueredo. «Lo que tenemos que hacer es no parar para demostrar el problema y hacerlo visible. Lo que no es normal es que haya autopistas que están bonificadas, que dejen libres autopistas en otros sitios como la AP-7. Hay una serie de barbaridades que se están haciendo en otros sitios y lo que pido es que al menos una mínima parte se utilice en el municipio de El Espinar», declaró.

Tras la primera de las manifestaciones celebrada en formato de 'visita guiada', está prevista una segunda este mismo viernes por la tarde. La idea es mantener dos protestas al mes hasta conseguir que el Gobierno central adopte medidas para reducir el tráfico en la travesía. «No tiene sentido que hagamos una concentración como esta el 20 de febrero a las diez de la mañana que no hay absolutamente nada. Hay que hacer visible el problema, pero hay que hacerlo visible cuando la gente puede y cuando al final puede tener una repercusión», concluyó.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad