Así salvaron Veganzones y Cabezuela su azud

La alcaldesa de Cabezuela, Ana Agudíez, tiene un acto reflejo cada vez que coge el coche camino a Segovia: «Siempre miro a ver si la presa tiene agua». Es el argumento que esgrimieron su Ayuntamiento y el de Veganzones –impulsados por la movilización de sus vecinos– para evitar el derribo del azud Puente Mesa, que lleva levantado cinco siglos y que forma parte del paisaje de la zona. El acuerdo con la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) para evitar su demolición incluye que sean ambos municipios los que se encarguen de su mantenimiento. «Es una infraestructura que para nosotros tiene un gran valor sentimental», asegura la regidora.

El organismo regulador notificó a finales de 2021 su decisión de derribar el azud. Ambos Consistorios presentaron de forma conjunta las alegaciones. «Considerábamos que era patrimonio cultural, una seña de identidad para ambos pueblos. Incluso había un cartelito de la Junta que lo llamaba paisaje pintoresco», recuerda Agudíez. Ambas localidades se comprometieron a hacer las rehabilitaciones «porque, efectivamente, esa presa está deteriorada». En su momento fue aprovechada por el molino y después ha servido como lugar de paseo y baño. Las partes llegaron a un acuerdo en 2022. La CHD acondicionará el entorno antes de traspasar la titularidad de la infraestructura.

Fue un éxito de los vecinos. «Nos pidieron que luchásemos para que esa infraestructura se conservase», evoca la alcaldesa. En sentido contrario, recibieron peticiones de ecologistas y universitarios para que acataran el derribo. Agudíez habla de «compatibilizar los fines ambientales –esa mejora de la conectividad fluvial– con la conservación del patrimonio rural». Un equilibrio que se buscó a través de diseñar una suerte de escala para que los peces puedan remontar el río o recuperar la vegetación en los márgenes del cauce con especies autóctonas.

A falta de los estudios técnicos, la titularidad del bien hídrico sigue siendo estatal. El arraigo es mayor en Veganzones porque está al lado del pueblo y los paseos de sus vecinos son constantes. «No deja de ser un espacio que la gente pueda visitar. Estamos hablando de la necesidad de fijar población, que tengamos visitantes. Si vienes por la ruta de los castillos hacia Cantalejo o Sepúlveda, pasas por ahí. En el futuro podríamos pensar incluso en utilizarlo como espacio de ocio medioambiental», reflexiona Agudíez.

• Temas
• Confederación Hidrográfica del Duero
• Cabezuela
• Veganzones
• Segovia (Provincia)
• Agua