Los récords caldean el invierno de Segovia

Así transcurre el invierno durante este 2024, de récord en récord. Los vaivenes extraños de la meteorología cada vez dejan nuevos hitos con mayor frecuencia. Las marcas duran menos. Y sino que se lo digan a las que establecen las alteraciones de las temperaturas en cada época del año. Esas anomalías térmicas registradas durante buena parte del mes de enero, que se comportó muchos días como un periodo más propio de una incipiente primavera que de un gélido y crudo invierno, pulverizaron tres récords para el mes inaugural del ejercicio en curso.

Así lo revelan los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que al voltear la página para saludar el mes bisiesto deja tras de sí la temperatura máxima más alta para un enero en la ciudad de Segovia desde 1920, que es cuando comienza la serie histórica de la variable climatológica del observatorio respectivo. Fue el sábado 27. Ese día, el mercurio subió hasta los 20,1º.

El segundo hito que apuntala lo atípico del último enero es el que mide la temperatura media. Sumadas los promedios de cada una de las 31 jornadas, el termómetro ascendió a 7,4 grados, estableciendo un nuevo récord para un primer mes del año en estas latitudes. Con estas marcas, era previsible que la media de las máximas logradas cada día en enero también subiera hasta conquistar un valor desconocido desde hace más de cien años. En concreto, la Aemet revela que el promedio extraído de todas las temperaturas máximas fue de 11,3 grados.

Tampoco el alto de Navacerrada ha tenido un enero normal. En la zona serrana que separa la provincia de Segovia de la Comunidad de Madrid, la ausencia de nieve ha condicionado la actividad de la estación del puerto, cuyas pistas están cerradas. El mercurio ha subido más de lo habitual, tanto que el observatorio batió dos días seguidos la temperatura máxima en enero. El 24 y el 25 se registraron 17 y 18 grados, respectivamente. Asimismo, la mínima no bajó de los 10º el primero de esos días, por lo que marcó un nuevo récord para la temperatura baja más alta, según la evolución histórica de la Aemet.

Por el momento, la primera mitad de febrero no se desmarca de las anomalías y mantiene un comportamiento más cálido de lo habitual para estas fechas en Segovia. Para muestra, el botón de las últimas 48 horas. La máxima de este miércoles en la ciudad escaló hasta los 18,6 grados. El tope histórico de calor recopilado por la Agencia Estatal de Meteorología para el segundo mes del año es de 21,5º, el 3 de febrero de 2020.

El viento sur ha arreciado este jueves entre el final de la mañana y las primeras horas de la tarde. La ciudad ha registrado rachas de hasta 83 kilómetros por hora, como reflejan los datos de la Agencia Estatal de Meteorología. Los bomberos de Segovia, por suerte, no han tenido que intervenir por incidencias provocadas por esas ráfagas, aunque sí ha habido avisos de caída de objetos a la vía pública que han sido solucionados sin necesidad de que acudieran los agentes del cuerpo de Protección Civil.

Ese viento se ha dejado notar también en las temperaturas mínimas. Esta vez, el termómetro no ha bajado de los 12,8 grados, lo que puede significar un nuevo hito en este invierno que deshoja la estación de récord en récord, barrunta el responsable de Meteosegovia.es, Adrián Escobar.

A falta de nieve, la alerta que hay activada por parte de la Junta de Castilla y León en la provincia es por la irrupción de calima, polvo suspendido en el aire procedente de África, un fenómeno más propio del ecuador del año. El aviso de la Administración regional matiza que la alerta es «predictiva», a partir de los modelos de la calidad del aire para partículas PM10 (cuyo tamaño es inferior a 10 micras). La predicción indica que previsiblemente puedan alcanzar valores por encima de 50 μg/m3 como media móvil en 24 horas, lo que determina una calidad del aire «muy desfavorable».

El observatorio de medición de Segovia recogía unos valores, a las dos de la tarde de este jueves, próximos a ese umbral advertido por la Junta. En concreto, la estación de la ciudad registraba 48 microgramos por metro cúbico, lo que en la escala de niveles que definen la calidad del aire está dentro del parámetro considerado «desfavorable»