Segovia

Recogen más de 3.500 peces muertos del Eresma tras la última tormenta

Además, en los recorridos por el río llevados a cabo durante las últimas 72 horas para recoger los cadáveres y cuantificar el daño, los agentes medioambientales y celadores de la Administración regional han extraído también 117 truchas muertas. Los técnicos profesionales precisan que aproximadamente el 30% de estos peces eran alevines.

Las cifras retratan el impacto letal que ha tenido la tormenta del pasado lunes sobre la fauna piscícola que habita en el Eresma a su paso por el casco urbano de Segovia. Incluso, el recuento revela una mortandad mayor que la se preveía tras unas primeras observaciones sobre el terreno. Además, esos números dejan en evidencia el defectuoso funcionamiento del colector, infraestructura que se ha ganado frecuentes quejas ciudadanas por la incapacidad que ha demostrado de dar el servicio para el que está pensado. Su estrechez al tener un diámetro demasiado pequeño hace que con una indeseable frecuencia se atasque cuando el torrente de agua le sobrepasa.

Los trabajos de recorrer el tramo urbano del río, detectar los cadáveres de los peces y recogerlos, contabilizarlos y depositarlos en contenedores han durado prácticamente tres días, subrayan en el Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta, cuyos agentes y celadores han inspeccionado a conciencia el cauce y los márgenes para tratar de recuperar todas las especies que han perecido en este episodio.

El problema que ha provocado esta mortandad es ya de sobra conocido. Una tormenta, un reventón que descargó abundante agua en un espacio corto de tiempo. Esta manta de lluvia que cayó con fuerza hacia las dos de la tarde del lunes hizo que se formaran rápidamente balsas en algunas vías de la ciudad. El agua arrastró sedimentos y tierra al cauce del Eresma, que a estas alturas del año baja escaso de caudal por el estiaje. Por su parte, el colector no dio abasto para absorber el torrente de agua de lluvia y se vio literalmente desbordado, como lo han descrito algunos testigos que vieron cómo los aliviaderos rebosantes vertían al río aguas sucias procedentes de desagües de domicilios y establecimientos.

La consecuencia de esta acumulación de factores adversos, la reducción del oxígeno y la asfixia de los peces. Hay una investigación abierta. El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Comandancia de la Guardia Civil también ha estado estos días en la zona para investigar los hechos.

Por su parte, ya se han enviado muestras para su análisis al Laboratorio de Sanidad Animal de Segovia del Servicio Territorial de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, que se ubica en la carretera de Arévalo. En concreto se han enviado muestras de trucha, barbo, gobio y bermejuela.

Algunos de los testigos de esta última mortandad de peces en el Eresma, que fueron además los que dieron el aviso al Instituto Armado después de avistar un reguero de cadáveres de gobios y truchas en el tramo que va desde la Fábrica de Borra, en San Lorenzo, hasta San Pedro Abanto, reiteran la necesidad de modernizar la red de saneamiento de la ciudad. «Está obsoleta», coinciden en el diagnóstico. La lluvia del lunes atoró las conducciones. Para estos ciudadanos, «es incomprensible que las aguas fecales y pluviales tengan que circular por las mismas cloacas y no por separado».