Medio millar de trabajadores del campo acordonan el centro de Segovia

El malestar del campo está lejos de llegar a su fin. Segovia no ha sido ajena a los ecos de la manifestación central que tuvo lugar este miércoles en Madrid. La plaza de San Lorenzo, punto de partida de una marcha peatonal, dio la bienvenida a decenas de participantes instantes antes del de las 11:00 horas, cuando se dio el pistoletazo de salida. La siguiente parada estaba prevista a los pies del Acueducto, que sería alcanzada a una hora después pese a existir una distancia de apenas 700 metros.

Los asistentes procedían de distintos puntos y comarcas de la provincia, sin importar la lejanía. Después de repartir banderas, los agricultores y ganaderos, así como sus familias, vistieron sus distintivos chalecos amarillos. Los seis tractores que guiaron la manifestación se prepararon para entrar al centro de la capital por segunda vez en un mes. La marea amarilla fluorescente apenas tardó diez minutos en llegar a la avenida de Vía Roma, donde la Policía Local cortó previamente el tráfico, que fue desviado por la calle San Gabriel. La suerte estaba echada.

Tanto segovianos como turistas fueron espectadores de esta manifestación a lo largo de todo el recorrido, que avanzó de forma muy lenta. Las bocinas de los vehículos agrarios anunciaron la llegada de hasta 450 participantes, según estimó la Policía Local. Las organizaciones agrarias, en un primer sondeo, elevaron esta cifra a «entre 700 y 800» personas.

Durante algo más de dos horas se sucedieron cánticos puntuales: «El campo no se vende, el campo se defiende», que estuvieron acompañados por el sonido de los cencerros. No obstante, la banda sonora consistió de forma general en canciones que resonaron en un altavoz, como es la del popular 'Tractor amarillo' e, incluso, el 'Canto de segadores' del Nuevo Mester de Juglaría.

En su llegada a la plaza de la Artillería, el sector del campo fue recibido con aplausos y granizo. Algunos viandantes sacaron vídeos y fotografías, mientras que los afectados por las restricciones de circulación aprovecharon la ocasión para sacar sus coches del entorno de forma apresurada. Hubo pequeños episodios de caos por la incertidumbre de algunos viajeros que debían desplazarse en transporte público, ya que el bloqueo del centro de la ciudad impidió cumplir los horarios a varias líneas, incluido el autobús turístico.

Los tractores cercaron el Acueducto y una gran pancarta visibilizó la principal demanda: «Por una PAC justa y unos precios dignos». La tabla reivindicativa es extensa, por lo que los representantes sindicales prefirieron insistir en la necesidad de llevar a cabo estas movilizaciones ante la pérdida de rentabilidad en el gremio. «Esto no es un problema de partidos políticos, sino de política. Nadie ha hecho absolutamente nada por el sector», criticó el presidente de UCCL Segovia, Acebes.

La situación es compleja en las explotaciones ganaderas y agrícolas desde hace tiempo, pese a que las protestas se han agravado en el último año, «cuando ya no hay remedio, pues nos han ido arrinconando y conocemos gente que está completamente arruinada», subrayó. Por su parte, Guzmán Bayón, al frente de Asaja Segovia, situó el momento álgido del «descontento» ya en la pandemia, cuando «estábamos mal y ahora, seguimos mal».

El presidente provincial de la alianza Upa-Coag, Pedro Matarranz, corrobora que «nos están afixiando» y urge la rebaja del nivel de exigencias en la labor. «Llevamos un mes de movilizaciones y esto seguirá», advirtió Bayón. Muestra de ello es la tractorada convocada para este lunes en Madrid, aunque por el momento no hay conocimiento de que haya salida de columnas de vehículos agrarios desde Segovia, informó Matarranz.

A continuación, una trabajadora del sector subió a un escenario instalado frente al monumento romano con motivo de la presentación de un festival de música y solicitó el micrófono para dar lectura al manifiesto, cuyas peticiones se entregaron minutos después a la subdelegada del Gobierno en Segovia, Marian Rueda. Algunos ipantes propusieron introducir al menos un tractor al recinto amurallado, lo que finalmente no fue posible, por lo que la caminata prosiguió a pie.

La decisión de cubrir la marcha de forma peatonal fue consensuada entre las agrupaciones organizadoras. Según explicó Acebes, «como todos los días hay tractoradas y tanto hemos molestado a la población, esta es una forma de salir al paso para vizibilizar nuestro hartazgo, ya que la gente no tiene la culpa de lo que nos pasa».