Lorenzo, contagiado confinado en Carrascal del Río: «Fue viendo el partido del Madrid en el bar cuando se propagó por el pueblo»

«Ahora ya estoy mejor, pero los primeros días tenía fiebre», relata cómo lleva la infección. Cree que «lo peor ya ha pasado». Pero tanto él como sus familiares han de cumplir con el aislamiento que impone el protocolo de actuación sanitaria cuando se detecta un positivo. No salen a la calle y en casa... «¡me aburro!», se escucha una voz que sale del fondo de una de las habitaciones. Es el hermano de Lorenzo, que al menos trata de poner buena cara al confinamiento.

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El madrileño relata la cadena que ha llevado a que en Carrascal del Río tenga tres brotes activos, entre ellos el de su hogar. «Fue hace dos fines de semana, un vecino de unas casas más allá, que había ido de cena a Aranda, fue el primer positivo». Pero el momento en el que considera que estalló el contagio fue «viendo en el bar el partido del Madrid de Champions contra el City, ahí ya se propagó por el pueblo», piensa Lorenzo. Él y su hijo fueron también de los primeros a los que la PCR dio positivo. El local está cerrado desde el viernes.

«Los amigos nos traen la comida», agradece. Poco a poco se las arreglan en un veraneo que pasará a la historia del álbum familiar por ser el del coronavirus y por el de un Carrascal del Río sin fiestas y temeroso de los contagios. «Hay que llevarlo con tranquilidad y resignación», reconoce el afectado. La televisión por Internet es uno de los pasatiempos durante el aislamiento, «siempre que no se corte».

«El pueblo se ha portado bien porque cuando vio que empezaban los casos se confinó solo», elogia, mientras cuenta los al menos diez días que le quedan para la próxima prueba.