Los lobos matan siete ovejas a 600 metros del núcleo de Adrada de Pirón

Pero lo daños ocasionados por este nuevo ataque van más allá de las ovejas muertas. Adrián Gómez, coordinador de Vacuno de Carne de Unión de Campesinos de Castilla y León en Segovia, llama la atención sobre las consecuencias nefastas que provoca en el resto del rebaño la amenaza mortal del lobo. «Hay ovejas gestantes que se ven afectadas, habrá que ver los abortos, el estrés... son daños que están ahí y que no se contabilizan».

La granja que ha sido objetivo del ataque de esta pasada madrugada se encuentra ubicada a unos seiscientos metros del casco urbano de Adrada de Pirón. «Esta vallada perimetralmente con una malla que no pasa un gorrión, el dueño tiene mastines para ahuyentan a los lobos, y aun así ha dado lo mismo, ya no se sabe qué hacer», lamenta con impotencia el representante de UCCL al insistir que las medidas disuasorias, en esta nueva ocasión, no han dado los frutos ni han protegido a los animales.

«Te levantas, te encuentras con esto y te partes de tristeza», piensa en cómo estará el titular de la cabaña atacada. «Ahora te viene más trabajo, más pérdidas que encima no han sido por tu culpa y un dolor de cabeza pensando en que no vuelvan» a por el resto de las ovejas que han quedado ilesas. «Trabajas todo el día y por la noche, qué, ¿te la pasas vigilando? Es un no vivir», reflexiona en voz alta Gómez.

El coordinador de Vacuno de Carne de Unión de Campesinos de Castilla y León en la provincia segoviana advierte de que la situación de agricultores y ganaderos es «insostenible». A la sequía incipiente de este año en los campos, se añaden los ataques de fauna salvaje que merman las cabañas. «Lo piensas y se te caen los palos del sombrajo», se queja Adrián Gómez, quien alerta de que este cúmulo de adversidades «pone en peligro la viabilidad de muchas explotaciones».

UCCL tiene clara la solución para atajar la problemática y la sangría de pérdidas que provocan los ataques de lobos, que se han convertido en «una constante» en diversos puntos de la provincia segoviana, no solo en la sierra. La organización profesional aboga por «el control poblacional de la especie y en las zonas donde estén causando más muertes, matar ejemplares para que haya un límite, un equilibrio entre la población de lobos y las explotaciones ganaderas».

«No queremos que se exterminen», insiste el representante de Unión de Campesinos de Castilla y León. «Hablamos de controlar su reproducción y población» porque ahora se desconocen cuántas manadas hay. Gómez hace un ejercicio de memoria rápida y cuenta ataques en otros entornos como Torreiglesias, Torrecaballeros, Matabuena, Tenzuela, Brieva y ahora en Adrada de Pirón. «Antes conocíamos los lobos por los documentales, pero ahora los ataques son cada vez más frecuentes».

Aunque la Junta de Castilla y León ha revalorizado las indemnizaciones a percibir por los titulares de cabañas que han padecido bajas por las incursiones mortales de lobos, el portavoz segoviano de UCCL asegura que siguen siendo insuficientes «porque no contemplan otros daños».