El juicio por el caso 'youtubers' implica a una tercera persona en el allanamiento de morada

El Ministerio Fiscal pide para los acusados por un presunto delito de allanamiento de morada quince meses de prisión y una indemnización conjunta y solidaria al denunciante que asciende a 2.000 euros en calidad de responsabilidad civil por perjuicio moral. La defensa de los 'youtubers' considera que no se ha acreditado el hecho delictivo y la abogada de la tercera encausada coincide en que no existe infracción penal.

«Estamos ante la mejor exploración urbana de toda mi vida». Así comenzaba el vídeo editado y colgado en el canal de YouTube de uno de los acusados, en el que durante varios minutos recorren las estancias de la vivienda de la localidad segoviana y enseñan los enseres que hay en ella. Los dos investigados, que son primos y residen en Madrid, reconocieron que entraron a la propiedad en la madrugada del 10 de febrero de 2018 para grabar un vídeo de entretenimiento y posteriormente subirlo a internet sin ánimo de lucro.

A su parecer, la vivienda estaba «abandonada» al carecer de suministro eléctrico y percibir un «evidente» estado de deterioro, pues encontraron suciedad, humedades, animales muertos y madera podrida en las diferentes habitaciones. Pero también fotografías familiares, símbolos religiosos y calendarios del 2014. Los jóvenes insistieron en que accedieron «sin forzar nada», ya que la verja de la entrada a la propiedad «estaba caída» y una ventana rota les permitió penetrar en la morada. Allí permanecieron unas tres horas. «Si lo hubiéramos tenido que forzar, nunca lo hubiéramos hecho», admitió uno de los acusados.

La iniciativa partió del propietario del canal de YouTube, conocedor de las experiencias de otras personas que habían «explorado» esta vivienda previamente. «No se nos ocurrió que pudiera tener dueño debido al estado de abandono», comentó su acompañante. Sin embargo, la casa pertenecía a 27 herederos y estaba puesta a la venta, que se efectuó el año pasado.

«Nadie quería hacerse cargo de ella ni se interesó en vaciarla de objetos y recuerdos», aseguró el denunciante. Él mismo era el encargado de enseñar el edificio a los interesados en adquirirla y fue un potencial comprador quien le avisó de que las estancias habían sido grabadas, lo que le llevó a denunciar los hechos. «No puse ninguna denuncia antes porque hasta este momento no tenía pruebas», sostuvo en su declaración ante el juez. A su vez, afirmó que «cada vez que iba allí pasaba miedo», pues era conocedor de que multitud de personas accedían a la vivienda para «curiosear» e incluso hacer fiestas.

Otro de los herederos sorprendió 'in situ' a cuatro personas, diferentes a los 'youtubers', en el interior de la casa en el mediodía del 28 de enero de 2018. Tras alertarles de que era una propiedad privada, estos salieron sin oponer resistencia. No obstante, el dueño fotografió la matrícula de uno de los dos coches que estaban aparcados fuera, prueba que posteriormente implicó a la tercera persona encausada -una mujer- presuntamente por allanamiento de morada en este mismo procedimiento judicial, aunque su visita no coincide ni en tiempo ni en fecha con los demás investigados.

La mujer reconoció que su llamamiento a declarar ante la Guardia Civil meses más tarde le extrañó, pues mantuvo una conversación «distendida» y sin presentar problemas con el dueño que le sorprendió dentro de la vivienda. Ella misma confirmó que accedió a ella con su pareja y dos amigos al creer que era un «albergue, internado o residencia» que había sido abandonado. «No sabía que era una casa particular, de saberlo no lo hubiera hecho», dijo.

La vista oral continúa este miércoles y el caso quedará visto para sentencia a lo largo de la mañana. Al contar con jurado popular, este procedimiento judicial no ha sido suspendido con motivo de la huelga de letrados.