Antolín Blanco, en la bar Dos Castillas en el alto de Navacerrada. Óscar Costa
Antolín Blanco | Hostelero

«No se entiende el odio de la ministra a la estación de Navacerrada»

Este camarero leonés, que lleva 41 años trabajando en el bar Dos Castillas, en el alto que separa Segovia y Madrid, ve «intereses políticos» en el cierre

Domingo, 4 de febrero 2024, 08:44

Antolín Blanco bromea con el pedido. «¿Dos cafés o al final tres?» Este camarero de cuna leonesa, nacido en Hospital de Órbigo, ha deshojado 41 calendarios en el bar Dos Castillas, situado en el alto de Navacerrada. Todo un referente hostelero del lugar en cuyos ... bancos se sientan los esquiadores y excursionistas a respirar el aire de la sierra y captar los rayos de sol en los días rasos como los que abundan este invierno. «Lo más complicado de gestionar son estas temperaturas», apunta. En estos más de cuatro decenios de convivencia con la estación de esquí ha vivido los cambios, las zozobras y las épocas de esplendor de un centro que puede sacar pecho y presumir de ser «una escuela de esquiadores».

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Al igual que otros negocios de la zona, ve con «incertidumbre» la deriva tomada en 2021, cuando el Ministerio para la Transición Ecológica que dirige Teresa Ribera decidió no prorrogar la concesión y desmantelar las pistas de El Bosque, El Telégrafo y El Escaparate. Telesillas, cañones, remontes... todo fuera para regenerar esta parte de la sierra de Guadarrama, entre la provincia de Segovia y Madrid, frente a la amenaza de las masificaciones que ponen el peligro los valores naturales .

«No se entiende el odio de la ministra [por Ribera]» hacia la estación de Navacerrada, dice Antolín. El camarero pide a las administraciones implicadas en el conflicto, –el Estado, la Junta de Castilla y León y el Gobierno de Madrid– que «se sienten a hablar sobre el daño ecológico» al que se aferra el Ministerio. Antes advierte de que el cierre sería una pérdida deportiva, económica y social. «Aquí ha aprendido a esquiar gente que no tenía recursos; también vienen muchos niños que, sino fuera por Navacerrada, no hubieran podido nunca probar el esquí», relata algunos de los beneficios de la actividad de la estación.

Contra las cortes de accesos

Hace hincapié en que hay un tejido económico que rinde directamente gracias a Navacerrada. «Hay alquileres, la escuela, la propia estación... todos se benefician de colaborar unos con otros. Son muchos puestos de trabajo», avisa Antolín, si se suman directos e indirectos.

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El trabajador del Dos Castillas deduce que detrás del problema de competencias sobre la administración que ha de declarar la caducidad de la concesión «hay intereses políticos». «Pero cada vez parece más difícil que se sienten a negociar, lo que hace que cada vez esté más encallado» el conflicto que tiene en vilo a la estación del Puerto de Navacerrada. El hostelero critica que se corten los accesos desde Madrid al alto cuando hay una gran afluencia de visitantes. «Está mal hecho».

Para paliar los atascos, propone que los vehículos lleguen y coronen el puerto y si el parking está lleno, al menos puedan encaminarse a otro destino, como el Real Sitio de San Ildefonso o la propia capital segoviana; pero no que tengan que retroceder y desandar el camino por el cuellos de botella que se forman en la carretera.

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Una familia se dispoine a dar un paseo por el entorno del alto de Navacerrada. Óscar Costa

«La sierra se ha quedado pequeña por tanta aglomeración», lamenta un senderista

Eduardo baja por la falda de Guarramillas. Reconoce que hacía mucho tiempo que no visitaba la zona de Navacerrada. Este aficionado al senderismo afirma estar «de acuerdo» si al final desaparece la estación de esquí. Cree que es un imán para atraer avalanchas de excursionistas . «La sierra se ha quedado pequeña por tanta aglomeración de gente», lamenta este madrileño. Una cosa lleva a otra, y como consecuencia de esa masificación de la que trata de huir Eduardo, abundan los actos incívicos que se ceban con el entorno natural. «No hay educación, no respetan la sierra, que al final se convierte en un parque temático», se queja.

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