«La cruz de Cuelgamuros no es una cruz cristiana, sino del nacional-catolicismo»

El colectivo segoviano se reunió fundamentalmente con el Foro Social Sierra de Guadarrama y el Foro por la Memoria de la Comunidad de Madrid. Sus exigencias eran la disolución de la Fundación de la Santa Cruz del Valle, designar el Valle como un espacio de memoria o desmantelar la cruz. «No es una cruz cristiana, sino del nacional-catolicismo de la dictadura, algo que han apoyado movimientos cristianos de base».

También piden que el gobierno madrileño retire el Valle de la ruta turística imperial. «Lleva a los turistas de San Lorenzo del Escorial al Valle de los Caídos». Que la orden benedictina salga de allí y que desacralice la basílica, otra tarea pendiente. O una explicación de cómo se construyó y «recuperar los restos de las personas sepultadas allí de forma ilegal y sin el consentimiento de las familias».

Tras quince años de lucha, las salidas de Franco y Primo de Rivera son los éxitos. «Es algo a valorar positivamente, pero llega muy tarde, se tenía que haber hecho en la Transición». Funes subraya que el hecho de que el fundador de Falange estuviera allí enterrado era «un empeño de Franco» para cimentar su rol de mártir, algo que discutían muchos falangistas. Con el resto de peticiones sin atender, «todavía hay motivos para seguir concentrándose allí». Habla de recuperar el recuerdo de esas víctimas «enterradas de mala manera» o «resignificar la exaltación fascista» que subsiste pese a la salida de esos dos nombres ilustres de la dictadura.

García Funes pide que el Gobierno ponga «todos los medios» para identificar a los represaliados y atender las demandas de sus familias. «Dejarlo como está es respetar la voluntad del propio dictador. Si tan simbólico es sacar sus restos, al mismo tiempo habrá que transformar su voluntad para que esto tenga una solución».

La presidenta de la Asociación de Familias pro Exhumación de los Republicanos del Valle, Silvia Navarro, es escéptica en cuanto a la resignificación. «No se puede obviar el significado que realmente tiene; un monumento construido con mano de obra esclava de presos políticos republicanos a los que les conmutaban las penas por delitos que no habían competido. Es la petrificación de la ideología franquista, hay simbología por todo el Valle». Sí aprueba explicarlo, a semejanza de los campos de concentración nazis. «No se puede despojar a un lugar de sus orígenes».