Secciones
Servicios
Destacamos
La segunda fase del carril bici debuta con polémica en el barrio de Nueva Segovia. Las balizas de plástico de color verde y blanco siembran la discordia entre los conductores hasta el punto de haber sido derribados varios ejemplares en apenas una semana. Los vecinos, ... taxistas y la Agrupación Segoviana de Empresarios de Transporte (Asetra) coinciden en que estos bolardos obstaculizan el tráfico, especialmente de los autobuses y vehículos pesados. Ante ello, piden precaución y soluciones al Ayuntamiento de la capital.
La Asociación de Vecinos de Nueva Segovia contempla presentar un escrito al Consistorio para solicitar una mejor señalización del itinerario ciclista, ya que los bolardos «impiden la fluidez» de la circulación en calles estrechas y accesos más pronunciados al barrio. «Nos hemos llevado un chasco que no esperábamos», declara su presidente, Francisco Fernández. «Nueva Segovia ahora se llama el barrio de los bolardos», añade.
Antes de comenzar las obras, técnicos y autoridades municipales se reunieron con representantes vecinales para abordar diversas cuestiones sobre el proyecto de carril bici. El exceso de velocidad y la inseguridad en el entorno de los colegios, donde se aparcaba en doble fila para recoger a los escolares, fueron las principales preocupaciones trasladadas. La solución para evitar estos episodios partió de la elevación de pasos peatonales y, especialmente, de la colocación de balizas. Esta última decisión ha causado cierto «debate y reflexión», reconoce el concejal de Obras e Infraestructuras, Miguel Merino.
«El objetivo de los bolardos es generar una situación de alerta al conductor que le lleve a frenar, lo que redunda en la seguridad del peatón», explica. La medida ha funcionado. «Los coches van más lentos», declara Fernández. Pero porque «no tienen otra opción: o frenan o se los llevan por delante», afirma.
No sorprende, por tanto, que muchos de los postes hayan acabado en el suelo instantes después de su colocación. «El martes pusieron los bolardos frente al colegio de Nueva Segovia y al día siguiente ya habían tirado dos; cerca del pabellón Pedro Delgado han caído hasta tres», detalla el portavoz vecinal.
El edil de Obras remarca que están abiertos a estudiar cualquier aportación. No descarta la posibilidad de que estas semanas se detecten algunos puntos «complejos» en los que sea necesario realizar mejoras. Aun así, defiende que cualquier cambio en los itinerarios de circulación siempre supone un «trauma» y requiere un proceso de adaptación.
Las dudas están a la orden del día, aunque Merino garantiza que las dimensiones de las vías «cuadran con los vehículos», incluso con las máquinas quitanieves. «Es cierto que tendrán que girar las cuchillas cuando corresponda, pero no hay mayor problema», refiere. Asimismo, comunica que «en una salida del barrio se emplearon de manera provisional bolardos, pero la ejecución final va con otra señalización».
NOTICIAS RELACIONADAS
Son varios los puntos críticos detectados por vecinos y conductores. Asetra hace hincapié en la avenida Gerardo Diego, en los accesos al colegio Nueva Segovia y el parque de bomberos, donde el carril «se queda muy justo» y los vehículos pesados pueden «tener dificultades» al desviarse en el cruce, manifiesta el director general, Fernando García. A pocos metros de distancia, en la salida de la plaza Calderón de la Barca, «está todo lleno de bolos», se queja Fernández. Y lo mismo sucede en otras vías principales, donde «el tráiler que va al Mercadona tiene que hacer maniobra porque no entra», apostilla.
El colectivo del taxi centra sus preocupaciones en el giro que requieren algunas vías de incorporación a la calle Dámaso Alonso. «Un autobús tuvo que meterese a la carretera por el carril izquierdo porque si no, no podía», dice el presidente de la Asociación Profesional Radio Taxi de Segovia, Alfredo Sastre. Los conductores no son partidarios de los bolardos, «no creemos que sea la mejor manera de delimitar el carril bici», añade. A su juicio, esta situación provoca alteraciones en la fluidez del tráfico y, en consecuencia, en la asistencia a los usuarios.
francisco fernández
Presidente de la Asociación de Vecinos de Nueva Segovia
Precisamente, otro de los aspectos polémicos de la puesta en marcha del itinerario ciclista es la eliminación de algunos aparcamientos frente al CEIP Elena Fortún, cuya cifra no ha trascendido. Además, en una zona habilitada para el estacionamiento en la avenida Gerardo Diego, las plazas que había en batería han pasado a ser en espiga, que es «un mecanismo que optimiza el espacio y mejora la seguridad para salir a la carretera», argumenta Merino. Los taxis y autobuses seguirán haciendo carga y descarga de pasajeros en las paradas indicadas, sin alteraciones.
Tanto los vecinos como Asetra y Radio Taxi confían en el criterio de los técnicos, así como en los diversos informes emitidos para la realización del proyecto. Son conscientes de que tendrán que «acostumbrarse», mientras que coinciden en que el carril bici podría estar «mejor señalizado« en algunas curvas, cruces y entradas. «No podemos ir en contra de la movilidad sostenible», asume el director general de la agrupación del transporte, aunque lamenta que «el Ayuntamiento no haya contactado con nosotros para pedirnos opinión sobre esta iniciativa».
El colectivo segoviano Bicicla, de fomento de la bicicleta en la ciudad, sí participó en la definición del itinerario ciclista. «La empresa lo hizo teniendo en cuenta nuestras recomendaciones y valoraciones», afirma su portavoz, Roberto Segovia. Aunque todavía no ha tenido la oportunidad de estrenar el nuevo recorrido, observa modificaciones que permitirán «calmar el tráfico» en Nueva Segovia. Pese a ello, sostiene que «quizá hay un exceso de bolardos».
NOTICIAS RELACIONADAS
Carlos Álvaro
Esto no supone un inconveniente y ejemplifica con la calle 3 de abril de acceso al Hospital. «Hubo mucha polémica y se hablaba de que podía ser un peligro. Es cierto que se produjo un accidente al principio, pero en un año que llevamos no ha habido ningún problema», señala. «Lo mismo pasará con la nueva fase», apunta. Aunque no dispone de estadísticas, observa cada vez más usuarios de la bicicleta -y el patinete-.
Todo ello cuando siempre Segovia es una ciudad difícil para estos medios de transporte por las cuestas inclinadas, los adoquines e incluso el frío. «Solo son excusas», determina el portavoz de Bicicla. «Hay que reducir la huella de carbono y, para ello, es necesario ponérselo cada vez más difícil al coche. Hay que intentar que se use menos para que la ciudad sea más habitable», defiende.
Las obras en el barrio de Nueva Segovia están a punto de finalizar, confirma el concejal de Obras. Tan solo queda la colocación de la señalización vertical, que ya está a disposición de la empresa. Después, llegará el turno de los barrios de La Albuera y Comunidad de Ciudad y Tierra. «Es una apuesta por un cambio de movilidad sostenible, pero si hubiera algún problema, el carril bici también se adaptaría a la ciudad, ya que las actuaciones son reversibles», concluye Merino.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.