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Las autoescuelas segovianas necesitan profesores tras cuatro años sin nuevas promocionesLos empresarios de sectores como la hostelería, la construcción o el transporte ya han expresado las dificultades que encuentran a la hora de contratar nuevos trabajadores. «Es un problema social, porque las familias tienen dos hijos y los padres quieren que los dos sean ingenieros ... », expresaba el presidente de la Agrupación de Industrias de la Construcción (APIC), Javier Carretero, hace unos días. El último sector en pronunciarse ha sido el de las autoescuelas, aunque la situación no es nueva.
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«Llevamos unos años observando esa tendencia, especialmente pronunciada desde la pandemia, cuando la Dirección General de Tráfico dejó de convocar los cursos presenciales que hasta ese momento solía organizar de manera anual. En 2020 caducó el contrato para la impartición del curso, y no volvieron a sacar las bases para un nuevo concurso. Esto generó un atasco de promociones, pues hay muchos profesores sin poder ejercer porque tienen la primera parte superada y siguen pendientes del curso. Fue una negligencia de la Administración, por mucho que en su día advertimos a la DGT de que licitara la organización del curso. Es algo que no tenía que haber ocurrido», lamenta Irene Herranz, presidenta de la Asociación Provincial de Autoescuelas (APAE).
La DGT ha retomado los cursos. «Para finales de año, empezarán a salir promociones. Hay al menos cuatro promociones pendientes. No obstante, muchos de aquellos aspirantes que en su día completaron la formación teórica y quedaron a la espera del curso práctico para obtener el título no estarán ahí porque, si albergaron unas expectativas de trabajo que no vieron cumplidas, es lógico que hayan buscado alternativas. No van a estar esperando tres años y pico a que la DGT te saque el curso que necesitas», advierte Herranz.
Irene Herranz, presidenta de la Asociación Provincial de Autoescuelas
Esta ralentización explica la escasez de profesionales, y las autoescuelas lo notan, aunque no es la única causa. La demanda lleva años estancada, en palabras de la representante del sector en la provincia de Segovia. «No está acorde con las bajas que se han ido produciendo, especialmente por jubilación. Pasa en muchos sectores, no solo en el nuestro. Es triste pero algo ocurre. Y estos gobiernos que tenemos están, en cierto modo, contribuyendo a ello, porque demonizan a la empresa privada y los empresarios, ahora, somos poco menos que el coco. Eso no ayuda a que un chaval, al comenzar su vida laboral, se decante por trabajar en una empresa privada. No todos los empresarios son malos. Los habrá buenos, malos y peores, como en todos los sectores», apunta Herranz, convencida de que las personas que salgan próximamente con el certificado de profesor de formación vial no tardarán en encontrar trabajo. «Tengo entendido de que dentro de la primera promoción hay al menos dos segovianos. Y estoy segura de que no van a tener problemas para empezar a ejercer pronto. Sé que hay autoescuelas que están esperando a que consigan la habilitación para poder contratarlos. Si ellos quieren trabajar en Segovia, tienen empresas donde hacerlo», afirma la presidenta de las autoescuelas.
Pedro Pastor
Jefe provincial de Tráfico
Por su parte, el jefe provincial de Tráfico, Pedro Pastor, admite que ha habido ciertos retrasos y una ruptura de procesos y procedimientos debido a la pandemia, motivo por el cual hay cuatro promociones embarcadas en las pruebas, de la 22 a la 26. La 22 está a punto de iniciar la fase presencial, que tiene lugar en Madrid. «Es un proceso largo, porque primero han de superar una fase no presencial, en la que estudian una serie de temas relacionados con la seguridad vial. Una vez que aprueban los exámenes correspondientes, tienen por delante la fase presencial, un curso de mes y medio en el que abordan la formación práctica propiamente dicha», explica Pastor, que niega que haya menos demanda. «Ocurre, eso sí, que el índice de aprobados no es alto. ¿Difícil? Digamos que hay que dedicarse a ello con cierta intensidad. Fácil no es. Además de la materia específica de tráfico, tocan también temas de psicología, pedagogía...».
Faltan profesores, pero también examinadores. En septiembre, la Jefatura de Tráfico comunicaba a la presidenta de las autoescuelas que el examinador itinerante que la DGT había prometido a Segovia para septiembre no llegaría. «Y así seguimos, sin noticias, a la espera de que se cubra la plaza vacante que hay. Tenemos un examinador menos, pero como los tiempos de la Administración son los que son, estamos acabando el año y hasta el momento no se sabe mucho más», protesta Irene Herranz.
Desde 2018, de las cuatro plazas de examinadores con que cuenta la Jefatura Provincial solo hay tres cubiertas de forma constante, al menos en teoría, porque la práctica dista mucho. El pasado verano fueron muchas las semanas en que tan solo hubo un examinador, y la capacidad de respuesta a una demanda creciente quedó reducida al 30%.
La Jefatura Provincial de Tráfico sostiene que la plantilla está conformada por un coordinador y cuatro examinadores y no existe tal problema. El argumento que esgrime la DGT es que no se puede dimensionar un plantel según los picos de trabajo que haya, como ocurre durante el verano. «Con el aumento de las peticiones, vamos un poco más ajustados, pero no faltan trabajadores», sostiene el jefe provincial de Tráfico.
La privatización o semiprivatización del servicio que prestan los funcionarios examinadores es una opción que las autoescuelas vienen acariciando desde hace tiempo. «En un principio, no tenía muchos partidarios, pero pasan los años y la situación no cambia. El Estado convoca cincuenta plazas para nuevos examinadores, pero se le jubilan cien. No repone lo necesario y no hay examinadores, por mucho que se nos diga. Yo me quejo en Segovia, pero el problema afecta a todas las provincias de España», apunta Herranz.
La Asociación de Autoescuelas estima que la falta de examinadores ocasiona una pérdida de un 30% de matrículas durante el verano, periodo crucial teniendo en cuenta que la mayoría de los alumnos son jóvenes de dieciocho a veinte años que aprovechan las vacaciones estivales para sacarse el carné.
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