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Tras unas primeras jornadas de carnaval casi primaverales en las que temperaturas agradables permitían lucir sin frío alguno los disfraces, el tradicional Potaje Carnavalero ofrecido en la Plaza Mayor tras el desfile del martes fue más que apetecible para entrar en calor y reponer fuerzas. Tras su degustación, hubo quienes decidieron prolongar el jolgorio con el gran baile carnavalero a cargo de la orquesta Ocho y Medio.
La jornada comenzó a mediodía, con el tradicional concurso infantil de disfraces en el centro cultural San José. Fue el espacio reservado para los más pequeños, con poco protagonismo a partir de las 20:00 horas en el desfile que partió de la plaza del Azoguejo. La vuelta al cole este miércoles y una amenaza de lluvia que amagó con obligar a los participantes a incorporar el paraguas a su disfraz fueron dos de las causas que restaron afluencia al desfile por la Calle Real.
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Con menos gente que el pasado sábado, fueron las flores luminosas de la compañía alemana Oakleaf las encargadas de abrir un desfile animado junto al Acueducto, donde la música de las charangas empezó a caldear el ambiente. Tras las coloridas flores, la ya tradicional batucada daba continuidad al desfile.
Pocas novedades más hubo en el desfile en comparación con el celebrado el pasado sábado. Las comparsas volvieron a acaparar todo el protagonismo ante la ausencia de grupos o versos sueltos decididos a unirse a la celebración. En la Calle Real, también menos público que durante el fin de semana.
Un globo aerostático venido de otro tiempo centró las miradas de buena parte de las personas que salieron a la calle para ver el desfile del Martes de Carnaval. Acompañado por malabaristas de Bamboleo Teatro, sufridores de algún que otro traspié como consecuencia de lo resbaladizo del pavimento, el globo compitió con el Acueducto y su diablillo, de nuevo empujado por los integrantes de la comparsa Los Vacceos.
Ya en la Plaza Mayor, la Asociación de Cocineros de Segovia esperaba con su Potaje Carnavalero. Las raciones, a un euro, permitieron recaudar fondos para la Asociación Segoviana de Esclerosis Múltiple.
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
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