El número de viajeros del autobús urbano de Salamanca cae un 90%

¿Cuánta gente lo usaba antes del estado de alarma? En torno a diez veces más. El montante total en la semana del 2 al 6 de marzo, por ejemplo, ascendió a 249.208 personas. Un solo día de esa semana supera a la suma de todos durante el periodo entre el 16 el 25 de marzo.

No hay más que ver cómo circulan los autobuses para percatarse de que la caída en el número de usuarios ha sido enorme. Salamanca suspendió el servicio publico de transporte al decretarse el estado de alarma y lo recuperó el 16 de marzo, pero con matices. La frecuencia de paso ha aumentado y no hay buses búho. Tampoco circulan durante los fines de semana ni se permite el pago con monedas. Además, el aforo máximo se ha limitado a 20 viajeros por autobús, como medida de seguridad.

Todas las líneas caen a plomo. La ruta 3 (Garrido-San José por el centro de la ciudad) es la más usada, pero ningún día del estado de alarma ha llegado a los 500 viajeros diarios. Las líneas 7, 8 y 12 no han alcanzado ni siquiera los 200 pasajeros al día. Hay que tener en cuenta que la línea 7, por ejemplo, conecta el campus con el resto de la ciudad y que la Universidad canceló las clases hace días. La 12 llega hasta el polígono de El Montalvo y muchas empresas también han echado el cierre ante la situación generada por el estado de alarma, lo que redunda en un menor uso de esta conexión.

La situación del autobús urbano es un reflejo de lo que sucede con el transporte privado. Los salmantinos se han quedado en casa y han dejado sus coches estacionados. Según el Ayuntamiento, el volumen de tráfico menguó en torno a un 70% en el centro de la ciudad durante la primera semana del estado de alarma, entre el 16 y el 22 de marzo. Avenidas como Mirat, Canalejas o Gran Vía son casi peatonales. La caída no es tan acusada como en el caso del autobús, pero prueba que el estado de alarma ha paralizado Salamanca y que sus vecinos intentan cumplir con las restricciones a la movilidad.