Así se vivieron otros ascensos de Real Valladolid

El año 1993 estuvo marcado por el ascenso del Real Valladolid después de un año en los infiernos en Segunda, pero también será recordado por el desplazamiento de más de ochocientos aficionados blanquivioletas en el llamado 'tren del ascenso' con destino a Palamós. En el municipio gerundense se produjo el alirón, aunque fue con cierto suspense. Se las prometía muy felices el Real Valladolid después de adelantarse a los ocho minutos con un penalti que transformaba Iván Rocha, pero el Palamós aprovechó la desconexión de los blanquivioletas para empatar el duelo. Tuvo que ser Iván Rocha de nuevo desde el punto fatídico el que decantó la intensa batalla y desatar la locura tanto en Gerona como en Valladolid.

José Luis Mendilibar fue el artífice del Real Valladolid de los récords. El equipo aterrizó en Tenerife con el afán de certificar el ascenso a falta de ocho jornadas para la conclusión liguera. Los goles de Víctor, en la primera parte, y Manchev, a falta de cinco minutos para el final, certificaron el triunfo en el Heliodoro Rodríguez López. El técnico vasco lograba así el ascenso más rápido en la historia de Segunda. La victoria ante los tinerfeños supuso la 29ª jornada consecutiva sin perder. No existen calificativos para describir tal brillante campaña.

Djukic construyó una máquina perfecta que se quedó a las puertas del ascenso directo y se vio abocado a jugar el 'play-off'. No fue un problema, aquel Real Valladolid tenía plena confianza y la fortaleza residía en el equipo, sabían que ningún equipo era capaz de superarles, pero el Alcorcón no se lo puso fácil. El José Zorrilla dictó sentencia el 16 de junio de 2012. Los blanquivioletas guardaban el valioso botín del 0-1 en el partido de La primera parte la protagonizó Fernando Sales que aprovechó un envío largo de Agus para incendiar la eliminatoria, pero Javi Guerra lo arregló en la segunda parte a pase de Óscar. Sisi envió un disparo al poste y tocó sufrir los últimos veinte minutos con los constantes centros laterales de los alfareros. Al término del encuentro, el técnico serbio anunció su continuidad y dos días más tarde se produjo la esperada celebración, con 20.000 aficionados aclamando a sus héroes en la Plaza Mayor, que recorrieron las calles de Valladolid en un autobús descapotable.

El Real Valladolid de Sergio González consiguió deshacerse de un Sporting de Gijón, recién descendido que durante toda la temporada fue claro candidato al ascenso directo. (3-1 en la ida y 1-2 en la vuelta). La final aseguraba que un equipo de Castilla y León iba a regresar a Primera, pues el rival que le esperaba a los blanquivioletas era el Numancia. Kiko Olivas, Hervías y Óscar Plano dejaron su impronta en Los Pajaritos y encarrilaron, prácticamente, el ascenso. El partido de vuelta en el José Zorrilla fue un mero trámite, los blanquivioletas mantuvieron órden táctico y sofocaron sin apuros las ofensivas numantinas. Manu del Moral reducía distancias en el minuto 86 pero ya parecía tarde. Jaime Mata no faltó a su cita con el gol y en los segundos finales puso el 1-1 definitivo. Nadie se movió de sus asientos, el José Zorrilla apagaba sus luces para acto después volver a encenderlas y corear el nombre de los jugadores que fueron saliendo uno a uno del túnel del vestuario. Las linternas de los móviles se encendieron, parecía una noche de estrellas. Bajo el enorme cartel con la frase 'Somos de primera' todos los jugadores se fundieron en un abrazo.