Ahora mismo, Valladolid está inmerso en una nube y está viviendo un día de fiesta con el blanco y el violeta como colores predominantes. Ya han pasado 24 horas desde que Pulido Santana pitase el final del encuentro, pero los miles de corazones vallisoletanos ... siguen latiendo a gran intensidad. La tripulación blanquivioleta desembarcó en la playa de Las Moreras a las 19:00 horas de este lunes, rodeada de una gran masa de seguidores blanquivioletas que aclamaban a sus héroes con gran fervor. El barco de la Leyenda del Pisuerga echó el ancla, era el turno del autobús descapotable. «Afición de Primera», lucía en las partes laterales del bus. Nada más arrancar unas ramas impactaron sobre la cara de Sergio León y Toni Villa, pero todo quedó en una anécdota graciosa.
Publicidad
Una capital de Primera
Ángel Blanco Escalona
La comitiva fue recorriendo diferentes calles como Isabel la Católica, Paseo de Filipinos, Plaza de España, Plaza Mayor, Plaza Santa Ana... Para finalizar en la Plaza de Zorrilla. El trayecto fue veloz, ya que en un visto y no visto, los jugadores se plantaron en la Plaza de Zorrilla sobre las 19:45 horas. El punto del recorrido con más afluencia fue, sin duda, la Plaza Mayor. Aguado no soltó el micrófono y abrazado de Sergio León, animó a los presentes con el grito: «¡Qué bote Pucela!». Otros aficionados, por su parte, desfilaron con destino a la Plaza de Zorrilla con el fin de coger el mejor sitio para contemplar a los protagonistas. En cada rincón de la ciudad no había vallisoletano que no luciera una camiseta, bandera o bufanda del Real Valladolid. Grupos de amigos, parejas o familias con niños, ninguno de ellos quiso perderse tan gloriosa cita.
Esther, Damián y Samuel, fueron algunos de los muchos privilegiados que pudieron ver el escenario con los jugadores de cerca. «Nos merecíamos ascender y disfrutar y aquí estamos», comentaba Damián luciendo orgulloso junto a sus amigos la bandera del Real Valladolid. Los tres amigos habían quedado a las 17:00 para coger sitio en el puente del Poniente y más tarde se dirigieron a un bar para refrescarse e ir directamente a la Plaza de Zorrilla.
Noticia Relacionada
Algunos aficionados, que abandonaron la ceremonia antes de concluir, no pudieron resistirse a hacerse una foto con el autobús que portaba al equipo. El día era mágico y había que dejar constancia sobre ello.
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.