Los retos que le esperan al Real Valladolid

Con el nombre, los colores y el escudo no se gana nada en el fútbol profesional, y el regreso a una categoría como la Liga Smartbank implica afrontar muchas decisiones y más complicadas que si se milita en la élite. Estos son los retos que, a corto plazo, deben afrontar Ronaldo, Espinar y Matt Fenaert, el hombre que aspira a ser la clave de bóveda del nuevo proyecto.

Todo apunta a que Miguel Ángel Gómez no va a seguir al frente de la Dirección Deportiva, aunque resulta extraño que no se haya comunicado nada. El club debería estar ya hablando con representantes en relación al futuro de los jugadores y haciendo movimientos para contratar futbolistas. Y ese es el trabajo del director deportivo. Nadie lo está haciendo. O se toma una decisión rápida o empezarán a escaparse oportunidades de mercado.

La presencia de una persona muy cercana a Ronaldo observando e indagando desde hace varios meses entre los entrenadores de la cantera hace pensar en el club que el nombre del nuevo director deportivo está ya decidido, lo que hace más inexplicable la tardanza en anunciarlo.

Sergio será otro de los que pase página en el club, y en Segunda la figura del entrenador es más importante incluso que en Primera. Del perfil que se escoga dependerá en gran parte el futuro de la temporada. Ideas claras, versatilidad, capacidad de adaptación a la plantilla, capacidad de liderazgo y conocimiento de la categoría parecen condiciones innegociables en el nuevo técnico. Una decisión compleja y en la que es más fácil no acertar que acertar e, incluso, en la que es muy probbale equivocarse. En su último periplo por Segunda el Pucela tuvo en el baqnuillo a Rubi, Garitano, Portugal, Alberto, Paco Herrera, Luis César y Sergio. Siete para cuatro temporadas. Eso da una idea de lo complicado que es acertar. Es el puesto en el que hay que gastarse el dinero

El club debería estar barajando nombres, pero como no tiene secretario técnico, tampoco se mueve. Una pescadilla peligrosa que provoca que en la hoja de posibles técnicos no haya nombre alguno escrito. Los rumores que sitúan a Julio Baptista como responsable de la parcela técnica son poco creíbles. Su amistad con Ronaldo podría jugar a su favor, pero no ha gustado nada su falta de compromiso con el equipo que ha dirigido, el juvenil de División de Honor. Que fuera y viniera de Madrid todos los días en el Ave y que un coche del club fuera a recogerlo a la estación se ha tolerado, pero que llegara tarde a varios partidos, con los chavales ya preparados en el vestuario, ha sentado muy mal. Javier Baraja, que ya ha sonado, no está todavía maduro, según fuentes del club.

Al Pucela se le presenta, de entrada, un alta densidad de jugadores con contrato. Míchel y Bruno acaban, pero es el único. Y vuelven hasta siete jugadores cedidos. Es claro que habrá que habrá que traspasar futbolistas o volver a encontrar cesiones, de lo contrario se traspasaría el límte salarial por mucho que todos los jugadores del plantel van a sufrir recortes de su ficha que se cifran en torno al 50% de media conforme figura en los contratos.

Ese trabajo, claro, es de la Dirección Deportiva. O de Ronaldo en el caso de que decidiera él afrontarlo. Hay que hablar con los representantes de todos los jugadores para comunicarles las intenciones del club, ya que la posibilidad de que haya profesionales que prefieran salir de la entidad antes que rebajarse el sueldo y la ficha siempre existe. Pero hay que negociar y conocer los intereses de la otra parte. Una labor ardua que deberia estar ya iniciada.

Y luego, claro, decidir quienes van a permanecer. Hay algunos nombres que parece claro que va ser fijos: Roberto, Caro, Joaquín, Javi Sánchez, Luis Pérez, Kike Pérez, Marcos André, Toni Villa, San Emeterio, Hervías, Kiko Olivas. Otros deberían quedarse pero es necesario saber qué piensan: Weissman, Guardiola, Roque Mesa, Plano. Y un tercer grupo es el de los traspasables porque ya hay ofertas por ellos: Yanko, Olaza, El Yamiq.

Y luego, los que regresan de cesión. Además del mencionado Caro: Anuar, El Hacen, Diego Alende, Doncel, Moi Delgado, Víctor García, Sekou Gassana, Corral. Y, claro, Stiven Plaza, el más extraño e incomprensible fichaje que se ha hecho desde que llegara Ronaldo. Una contratación desastrosa de momento para el club. Y Chris Ramos, del que no se sabe si es o no es jugador del Pucela.

Hay una cosa que sí parece mujy clara: hay que hacer el mayor esfuerzo posible por mantener en el plantel a Weissman y a Marcos André. Con ambos te aseguras el gol en Segunda División. Y una buena pila. Y con Sekou apretando por detrás será difícil que alguien posea más pólvora en la categoría. No será fácil. Por el israelí y el brasileñó ya ha habido ofertas durante el mercado de invierno. Fueron rechazadas, pero llegarán otras seguidas. Y el club tendrá que apostar por ellos para retenerlos aunque tengan contrato en vigor. Ni Ronaldo ni Espinar son partidarios de que se queden en el club quienes no quieran, pero no por ello tirarán el dinero y darán carta de libertad a todo el que lo desee