Tener tu propia estatua en la Plaza Mayor de Valladolid, con un pedestal que te aúpa unos metros sobre el suelo y en pose victoriosa, solo puede significar una cosa. Hiciste algo importante, mucho de hecho, para merecer ese honor. Es el caso de Pedro Ansúrez, gran figura histórica de Valladolid, ciudad que promocionó, que no fundó, ya que existía previamente como núcleo urbano. A pesar de su gran importancia en el devenir de su ciudad, los vallisoletanos a veces olvidan cuál fue su labor en la villa. Esta es la huella del Conde Ansúrez en Valladolid.
Publicidad
Cuando el Conde Ansúrez llegó a Valladolid no se encontró un solar. Ya contaba con casas y una iglesia dedicada a San Pelayo, perdida con el paso de los años. Ubicada en la actual Plaza de San Miguel, que hacía las veces del centro de la ciudad, pronto le acompañó otro templo dedicado a San Julián. Hoy en día se puede decir que estos templos derivaron de alguna u otra manera en la actual iglesia de San Miguel y San Julián. Esta zona fue rodeada por una reja de la que hace unos años aparecieron restos en la calle de las Angustias.
De esta forma, Ansúrez operó sobre un poblado que ya contaba con alguna significación, como explica el antiguo director del archivo general de Simancas, Amando Represa, en el libro 'La historia de Valladolid y sus personajes'. Una de sus primeras obras fue fundar una iglesia con categoría colegial y advocada bajo la denominación de Santa María la Mayor. La Colegiata, como mejor se conoce, fue consagrada en el año 1095, hace casi un milenio. Sus restos todavía se pueden ver detrás de la catedral, que en aquel entonces no era ni una idea.
Lo que sí estaba en la mente del Conde Ansúrez, y todavía mantiene su aspecto en las calles de Valladolid, fue la construcción que se hizo a espaldas de la Colegiata. Su palacio e iglesia condal contigua, mejor conocida como Santa María la Antigua. Su torre tiene una gemela en la iglesia de San Martín. Precisamente fue este barrio -San Martín- su siguiente paso en la repoblación de Valladolid. Esta última parroquia estaba dedicada al mártir francés San Martín de Tours, que tuvo su origen en la calle de Francos, la vía más antigua de Valladolid y ahora conocida como Don Juan Mambrilla.
Qué visitar en la ciudad
Así se convirtió la aldea en villa, pero las construcciones continuaron. Al noroeste del primitivo núcleo y en dirección al río se construyó un puente que, según la tradición, también fue obra del conde, más en concreto de su esposa, la condesa Eylo Alfonso. Fue ella quien lo mandó construir mientras su marido se encontraba, según la leyenda, luchando contra los musulmanes en Sevilla. Aquel puente es el que se conoce hoy en día como Puente Mayor. En esta zona también nació un barrio conocido como puebla del puente y que más adelante contaría con iglesia propia con advocación de San Nicolás. Ahora, como se puede intuir, el barrio se conoce por este nombre.
Publicidad
El Conde Ansúrez murió finalmente en el año 1119. Si bien el conde pidió ser enterrado en el monasterio de Sahagún, no consta que esto se llevara a efecto. Su sepulcro se ubica hoy en día en la catedral de Valladolid.
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.