Qué ver en Valladolid: el paso de Napoleón en la ciudad

Es de saber general que Napoleón estuvo en España a inicios del siglo XIX. De hecho algo parecido le dijo al monarca de entonces, Carlos IV. Que iba a pasar por su país con el objetivo de invadir Portugal. Luego ocurrió lo que todos sabemos. Pero hay algo que no todos los vallisoletanos conocen. Es el paso de Napoleón Bonaparte por la ciudad, donde el emperador pasó un total de once días. Fueron casi dos semanas en las que Valladolid se convirtió en la capital oficiosa del Imperio Francés.

El primer día de la visita de Napoléon fue el 6 de enero de 1809. Según se desprende del libro 'Diario de Valladolid', de Hilarión Sancho, el francés entró por el Puente Mayor a las cuatro de la tarde. «Vino a caballo, al frente de 1.500 soldados de caballería y 2.500 de infantería, con muchos coches y carros; no se le dio un viva, sino por los franceses y afrancesados, ni el pueblo se quitó el sombrero», relata. Napoleón pasó su primera noche en Valladolid en el Palacio Real. En su comitiva hasta el lugar, prestó escasa atención a los representantes de las instituciones apostados en la plaza de San Pablo que querían mostrar sus respetos al dueño de media Europa. Según el mismo libro, el cielo de Valladolid se iluminó esa noche con cohetes e iluminación.

Los representantes de las institucones sí pudieron saludar a Napoléon un día después, cuando recibió a los magistrados de la Chancillería, que habían sido citados a las dos de la tarde en el Palacio Real, según se puede comprobar en el archivo de la Real Chancillería de Valladolid. El emperador les saludó antes que a otras figuras importantes de los estamentos vallisoletanos, como representantes de la catedral, la universidad y el Ayuntamiento de Valladolid. Un dato que denota la importancia que tenía este organismo en la sociedad.

Napoléon no perdió el tiempo en Valladolid y una de las primeras decisiones que tomó fue ejecutar a los revolucionarios y contrarios a la ocupación francesa. Ese día mandó ahorcar a cinco vallisoletanos, que pudieron ser seis si no fuera porque uno de ellos fue indultado cuando ya estaba en el patíbulo. La ejecución tuvo lugar en la Plaza Mayor. También hay constancia de que el emperador estuvo en la iglesia San Pablo, que fue expoliada después de que varios dominicos fueran encarcelados. Se incautaron sus bienes y, según se dice, la plata requisada se utilizó para acuñar las primeras monedas con la imagen de José I Bonaparte, también conocido como Pepe Botella.

Según narra Hilarión Sancho, el 10 de enero tuvo lugar uno de los eventos más importantes de la visita de Napoleón. Ocurrió en el Campo Grande, en forma de desfile. Allí, Napoléon pasó revista a 9.000 solados de infantería. Fue un desfile intimidatorio. El 14 de enero, las tropas napoleónicas prendieron fuego al convento de la Trinidad Calzada, ubicado junto al actual de San Joaquín y Santa Ana. La marcha de Napoléon tuvo lugar el 17 de enero de 1809. Lo hizo a hurtadillas, a caballo y con gran celeridad. Detrás dejó una huella negra de once días en los que puso a Valladolid bajo el yugo francés. Una ocupación que se alargó cuatro años más. Durante ese tiempo tuvo lugar una curiosidad que ha quedado plasmada en un trozo de tela expueso en el Museo de Valladolid. Se trata del programa de una función de teatro que la actriz Gertrudis Torres hizo imprimir y bordar para luego ofrecérselo al rey José Bonaparte, que estaba entonces en Valladolid.

En definitiva, tenemos constancia de que Napoleón visitó Valladolid, mandó ejecutar al menos a cinco vallisoletanos, quemó un convento hoy en día desaparecido y, por si fuera poco, se marchó de la ciudad a hurtadillas. En esos once días, podemos confirmar que el emperador estuvo en el Puente Mayor, San Pablo, la Plaza Mayor y el Palacio Real.

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