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Quintiliana, durante la videollamada que mantuvo con su familia con motivo de su 102 cumpleaños.
Coronavirus en Palencia: Una vida comprendida entre grandes pandemias

Una vida comprendida entre grandes pandemias

Quintiliana García Ruiz ·

La gripe española casi le arrebata la vida antes de nacer, pero ha llegado a los 102 años;el lunes lo celebró confinada por el coronavirus en la residencia de mayores de Herrera

Marco Alonso

Valladolid

Miércoles, 15 de abril 2020, 07:34

El martes fue un día muy especial para Quintiliana García Ruiz, una usuaria de la residencia de mayores de Herrera de Pisuerga que celebró su cumpleaños número 102. Quinti, que así es como le llaman sus familiares y amigos, ha tenido que conformarse con ver a sus seres queridos a través de una videollamada y todo por culpa de este virus que no deja de segar vidas e ilusiones y que arrebató a esta incansable mujer los besos y los abrazos en un momento tan especial como un cumpleaños con tres dígitos.

Esta anciana ya sabe lo que es sobrevivir a una pandemia, ya que nació el 13 de abril de 1918, cuando la mal llamada gripe española se llevó por delante 2.900 vidas entre los 199.689 habitantes con los que contaba la provincia de Palencia en aquella época. «El año en el que yo nací hubo también una enfermedad muy grande. Estaba tan mal la cosa que conmigo ya ni contaban, pensaban que me iba a morir», apuntaba esta mujer, que logró salvarse de la epidemia que asoló Europa durante la I Guerra Mundial y que ha vivido tanto como para poder ver cómo se está gestionando una pandemia 102 años después de la que le tocó sufrir cuando solo era un bebé.

1918

  • Es el año en el que nació esta mujer, una fecha marcada por la muerte del 2% de la población palentina a causa de la gripe española, la última pandemia que llegó a España antes de la actual.

Los paralelismos entre una y otra época son claros y solo hay que leer lo que escribe Ángel de Prado Moura para corroborarlo. El gobernador civil en 1918 en Palencia, Pascual Testor, decretó las primeras instrucciones, ya que la provincia no contaba con una infraestructura sanitaria adecuada para afrontar el problema. Las calles más afectadas por esta enfermedad en la capital palentina fueron la calle Rizarzuela, la Calle Mayor, la calle Colón, la calle Estrada y la carretera de Santander, que no pudieron escapar a una pandemia que se cobró la vida del 2% de la población palentina en dos meses. En aquel complicado momento llegó Quintiliana García Ruiz a ese convulso mundo y la gran epidemia de gripe española que quiso truncar su vida y la de su madre, Marcelina, no pudo con ellas. Su padre, Dionisio, se encargó de cuidarlas hasta que lograron salir adelante en Pozancos, localidad en la que Quinti pasó su infancia para trasladarse tiempo después a Alar del Rey, donde formó un hogar en el que ha visto crecer su familia hasta llegar a tener dos hijas, cuatro nietos y otros cuatro bisnietos.

Ahora Quintiliana vive en la Residencia Geriátrica La Piedad de Herrera de Pisuerga y allí otra pandemia, la del coronavirus, a punto estuvo de arrebatarle la ilusión de compartir su 102 cumpleaños con sus seres queridos, pero la tecnología ha permitido a esta mujer disfrutar del cariño de los suyos gracias a una videollamada que se encargó de realizar la trabajadora social de la residencia, Cristina López, con un móvil que ha donado el Ayuntamiento de Herrera al centro de mayores para que los sesenta usuarios de la residencia puedan ponerse en contacto con sus seres queridos en estos duros momentos en los que están prohibidas las visitas. «Trabajo solo a media jornada y no tengo mucho tiempo para poder hacer estas cosas, pero la gente mayor lo agradece muchísimo», explica la trabajadora social.

La tecnología pudo anteponerse a las exigencias del estado de alarma y Quintiliana vio a sus seres queridos en la pantalla, algo que podrán hacer cada vez más usuarios de la residencia, ya que Ineco, la ingeniería del Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana, ha donado una tablet al centro para potenciar este tipo de interacciones entre usuarios y familias.

«Solo puedo dar las gracias a todos los que han hecho todo lo que han podido para que, a pesar de lo que está pasando con esta enfermedad, pudiera ver a la gente que quiero», apunta una agradecidísima Quintiliana que, después de haber vivido dos pandemias solo pide una cosa. «Me gustaría volver a salir en el periódico el año que viene cuando cumpla 103 años», explica esta mujer, cuya vida está comprendida entre dos grandes pandemias y que quiere poder decir que también sobrevivió a la crisis de la covid-19, una enfermedad que no ha hecho acto de presencia en la Residencia de Herrera de Pisuerga. «Hasta ahora estamos todos bien», concluye Quinti, a la que solo faltan 364 días para regresar a las páginas de El Norte de Castilla.

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