Borrar
Consulta la portada de El Norte de Castilla
Cristina González Suárez, directora de la residencia de Salinas. EL NORTE
«Sentimos como si un tsunami nos golpeara»

«Sentimos como si un tsunami nos golpeara»

Cristina González, directora del geriátrico de Salinas, en el que se contagiaron de covid los 87 residentes y hubo 15 fallecimientos, se muestra aliviada tras recibir los usuarios las dos dosis

Martes, 2 de marzo 2021, 07:33

Los usuarios de la residencia Río Pisuerga de Salinas de Pisuerga han recuperado una cierta tranquilidad en sus vidas (toda la que permite la pandemia, que no es mucha) después de que el brote de covid detectado el 12 de octubre del pasado año asolara el centro, contagiando a la totalidad de los residentes -que en aquel momento eran 87- y a cerca de la mitad de los 35 trabajadores de la plantilla. Pero en la mente de todos vive enquistado el dramático dato de los quince usuarios fallecidos, una terrible estadística que hizo de esta residencia centro de la diana del virus. El geriátrico de Salinas, tras 50 días de miedo, de arduo trabajo y conmoción, pasó a ser centro libre de covid en el arranque de diciembre y, desde el pasado 30 de enero, tiene a todos sus usuarios inoculados con las dos dosis de la vacuna contra el maldito coronavirus.

«Residentes y trabajadores recibimos la primera dosis de la vacuna el pasado 8 de enero y la segunda, el 30 de enero. Recibimos la vacunación inmensamente esperanzados, puesto que la inmunidad iba a contribuir no solo a proporcionarnos tranquilidad, sino también a mejorar la calidad de vida de nuestros residentes, a quienes indudablemente esta pandemia les ha pasado factura. No solo por el momento en el que sufrieron la enfermedad, sino por todas las restricciones que esta pandemia ha provocado. En nuestro centro, antes de la covid existía una total libertad de movimiento de nuestros residentes y también de sus familias, y la pandemia ha supuesto un cambio radical en el día a día del centro», asegura la directora de la residencia, Cristina González Suárez, que lleva cinco años al frente del centro.

«Desde marzo de 2020 todos nuestros trabajadores se esforzaron incansablemente en construir un nuevo 'día a día' en el que, a pesar de todo, nuestros residentes pudieran seguir sintiéndose activos y acompañados, y tuvimos que agudizar mucho el ingenio porque no fue fácil. En aquel inicio de la pandemia cambiaron muchas cosas, pero afortunadamente entre todos fuimos capaces de hacer piña y acoplarnos a la nueva situación, sintiéndonos aún más familia», asegura Cristina González, que tiene grabada a fuego la fecha del 12 de octubre, cuando la covid entró en el centro.

«Sentimos como si un tsunami nos hubiera golpeado. Sentimos miedo, impotencia y mucho sufrimiento. Tuvimos que lamentar quince víctimas mortales, y lo peor era que pasaban los días y no se veía la luz. Aquello quedó atrás y hoy tratamos de centrarnos en volver poco a poco a la normalidad. Ahora valoramos mucho más las pequeñas cosas del día a día que antes eran muy comunes, y así valoramos cada visita de un familiar porque sabemos cuánto bien le hace a nuestros residentes. Valoramos cada actividad grupal en la que de nuevo pueden participar juntos, cada paseo al aire libre de nuestros residentes por el patio, la vuelta a pasear por el pueblo de aquellos residentes que acostumbraban a hacerlo. Sabemos que estas pequeñas cosas para ellos son vida», añade la directora de la residencia de Salinas.

«La covid nos quitó muchas cosas pero no las ganas y ahora solo queremos pensar en seguir avanzando y en recuperar en la medida de lo posible las cosas que a ellos y a nosotros nos hacían felices. Así, van eliminándose cada vez más limitaciones en las visitas de las familias, de modo que actualmente hemos ampliado el número de visitas diarias y éstas se producen sin restricción de tiempo. Ya se permiten las salidas al exterior de los residentes y ellos ya pueden disfrutar, aún con las medidas de seguridad que no podemos olvidar, de más libertad en el centro y, por supuesto, de los paseos por el patio cuando la climatología lo permite, algo que, además de hacerles mucho bien física y psicológicamente, les encanta. Solo esperamos que toda esta situación empiece a remitir definitivamente y que esto, algún día, solo nos parezca un mal sueño», enfatiza Cristina González.

«Sabemos que, en este momento, nuestra residencia es una de las más seguras, no solo porque los residentes han pasado la enfermedad y generado anticuerpos, sino porque se encuentran reforzados gracias a la vacuna», concluye.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elnortedecastilla «Sentimos como si un tsunami nos golpeara»