Renault reducirá la producción de la factoría de Palencia y recortará 300 empleos en enero

El recorte en la producción de la factoría de Palencia tiene que ver con la caída de ventas del sector de la automoción debido a las consecuencias de la pandemia de covid. En la fábrica palentina se producen en la actualidad 940 unidades diarias repartidas al 50% entre el Mégane y el Kadjar

La planta trabaja a dos turnos desde finales de 2019, cuando ya suprimió medio. Todos los trabajadores –2.400 personas– habían vuelto a sus puestos en el mes de junio, una vez superado el ERTE de fuerza mayor. De hecho, Renault fue el primer fabricante que re-arrancó sus fábricas en España tras el periodo de hibernación de la pasada primavera.

Pero lo que hasta hace bien poco era incertidumbre para el sector de la automoción, las empresas en general y la economía mundial empieza a evolucionar hacia las malas noticias. Las ventas de coches han caído el 38,3% en España hasta septiembre y el 27,7% en la UE, mientras que las plantas españolas dejaron de producir 755.000 turismos y furgonetas en los nueve primeros meses de 2020 como consecuencia de la pandemia de la covid.

La dirección de Renault informó a los sindicatos de que una vez finalizados los contratos eventuales de Villamuriel, que llegarán todos a término, se abrirá una opción de traslado voluntario de empleados de Palencia a Valladolid. De no cubrirse las vacantes, Renault aplicaría la cláusula de movilidad del convenio colectivo.

En un encuentro con periodistas españoles a principios de mes, el nuevo consejero delegado de Renault advertía de que la reducción de producción y empleo anunciada por la empresa en mayo, del que se libraron las factorías españolas, no será suficiente para hacer frente a la crisis y la sobrecapacidad de las plantas. Luca de Meo manifestó que el plan de recortes «tendrá que ir a más», con decisiones «difíciles». Reconoció explícitamente que las plantas de Valladolid y Villamuriel de Cerrato «funcionan muy bien», pero añadió que el futuro «es difícil de prever».

La sección sindical de UGT lamentó que la bajada de actividad tenga impacto en el empleo, máxime cuando espera que sea «algo coyuntural». Además, advirtió de que velará «por el cumplimiento estricto de lo pactado en cuanto a movilidad». También hizo un llamamiento a la dirección de la empresa para que los traslados se lleven a cabo «en las condiciones más óptimas y flexibles, para primar la voluntariedad de los trabajadores de Palencia, evitando así traslados traumáticos».

Asimismo, ha solicitado «que los listados de inamovibles sean lo más reducidos posibles y atiendan a criterios objetivos, para evitar malestar entre los trabajadores afectados, en caso de ser necesario utilizarlos».

Desde CC OO demandaron a la empresa que respete al máximo los contratos temporales y renueve a aquellos trabajadores próximos a cumplir el año de manera que puedan generar una prestación por desempleo. También reclamaron una oferta de traslados «suficientemente atractiva» para que no haya que recurrir a los forzosos.

Para la CGT, la medida es «una provocación». Considera que la eliminación del turno es innecesaria e injustificada, «porque la bajada de producción podría ser absorbida por los turnos existentes disminuyendo los elevados ritmos de trabajo que sufren los trabajadores en la cadena».

Aprecian también «mala fe» y relacionan el anuncio con la negociación del convenio colectivo. «La dirección de la empresa contamina las negociaciones planteando este tipo de escenarios y podría ser respondida con una convocatoria de huelga», señalan.

El impacto de una reducción de empleo en Renault se trasladará a las empresas auxiliares que proveen de suministros a la planta palentina. De hecho, Lear ya ha anunciado la aplicación de un expediente de regulación de empleo de carácter extintivo en su planta de Cataluña por este motivo.

Desde CGT advierten de que otras empresas como Faurecia o SMRC, ambas con implantación en Valladolid capital y provincia, también pueden verse afectadas por esta medida.