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Están luchando contra la pandemia cara a cara, muchas de ellas sin un equipo adecuado, y no lo hacen por dinero sino por vocación. Muchas de las heroínas de esta guerra que se libra en los hospitales son enfermeras que cuentan con un salario que les da para formar parte de la clase media, un estrato social que puede parecer muy alejado del que merece un héroe, pero que hace solo un mes era casi una quimera para muchas de ellas, que tuvieron que escapar del país que les había formado para poder ejercer. Carmen Bárcena es la presidenta del Colegio de Enfermería de Palencia y, además es la vicedecana de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de León, por lo que sabe bien los problemas que tienen esos a los que aplaudimos a las 20:00 horas, esos que salvan vidas y que por fin están recibiendo el reconocimiento que merecen.
–¿Palencia cuenta con enfermeras suficientes para afrontar con garantías esta pandemia?
–En principio, creemos que sí. Teníamos enfermeras a media jornada que han pasado a jornada completa y con la bolsa que tenemos en el paro podemos abastecer lo necesario, siempre y cuando se recuperen las enfermeras que están enfermas, no solo por el coronavirus sino por otro tipo de aspectos. Entendemos que vamos a tener el personal suficiente para la población que se asiste. Aunque cuando decimos 'suficiente' hablamos de dar cobertura a las necesidades de manera normalizada, pero no todo lo que sería necesario tener porque el nivel de tensión y de estrés que exigen estos pacientes es muy elevado. Nuestros profesionales lo están dando todo. Son héroes que están poniendo toda su energía y vitalidad en esta lucha.
–¿Pero hasta cuándo podrán soportar esta carga?
–Evidentemente, ese esfuerzo cansa más y los servicios especializados, como UCI y otro tipo de cuidados específicos tienen que estar llevadas por profesionales expertos.
Coronavirus en Palencia
–El presidente del Colegio de Enfermería de Madrid ha calificado de 'ruleta rusa' el trabajo sin medios que estaban realizándolos profesionales. ¿A esa ruleta rusa también se ha jugado en Palencia?
–Las situaciones de cada comunidad son distintas. No estoy en Madrid, pero si lo dice el presidente del consejo general, entiendo que lo tiene muy estudiado y es probable que haya sucedido esto, sobre todo porque no hay test para hacer de forma indiscriminada a todos los profesionales de enfermería, médicos, celadores o auxiliares. Puede haber profesionales asintomáticos que estén contaminando indirectamente a compañeros y claro que eso es jugar a la ruleta rusa. Si no sabemos que una persona es positiva, puede estar infectando a los demás sin saberlo.
–El número de test es corto, pero parece lógico que los sanitarios deberían tener un acceso prioritario a los pocos que haya...
–En concreto en Palencia hay un protocolo que indica que los que tienen riesgo y aparece el primer síntoma se les hacen las pruebas. El problema es que no hay test para todo el mundo y los resultados de los que tienen una fiabilidad plena tardan unos días en llegar. Los test están empezando a llegar ahora porque se han empezado a producir ahora en España y lo de fuera lo teníamos limitado. Hay que ser realistas con la situación mundial. Los test llegan de países que han sufrido pandemias y que por eso estaban mejor preparados.
–Los riesgos del trabajo de enfermera se han visto multiplicados con la pandemia. ¿Los profesionales necesitan un plus de peligrosidad dadas las circunstancias?
–Ahora es momento de hacer lo que están haciendo: darlo todo por su profesión. Este es un planteamiento que nos tendremos que hacer después desde distintas perspectivas. La primera sería que necesitamos más enfermeras especializadas en cuidados intensivos, la segunda es que los profesionales sanitarios, y en concreto los de la enfermería, deben tener el reconocimiento que se merecen y no solo socialmente, sino económicamente. Ya va siendo hora de que se haga porque un profesional de la enfermería tiene una formación de cuatro años, dos años de especialidad, y no deja de estudiar nunca. La organización colegial así se lo exige.
–¿Por cuánto dinero se están jugando la vida las enfermeras?
–Depende de los años de experiencia, los trienios y otras variables, pero los salarios no son los más grandes del mundo. De entrada, las enfermeras se están jugando la vida por salarios de entre 1.300 y 1.400 euros al mes. Además, no es lo mismo el salario de una enfermera del servicio público que del privado. Todas estas cosas habría que homogeneizarlas porque una es enfermera esté donde esté.
–Son muchas las voces que se están levantando en contra de las decisiones adoptadas por políticos de uno y otro color durante la crisis. ¿La solución a este problema entiende de izquierdas o derechas?
–Aquí puedo dar más mi opinión personal como profesional de la salud que como presidenta de un colegio. Una pandemia de estas características en un país que nunca ha sufrido este tipo de problemas hubiera pillado desprotegido a cualquier político. Estoy segurísima de que se podría haber gestionado mejor porque esto no es una cuestión de colores, sino de gestores. Los políticos pueden hacer o decir mucho pero si en la sanidad pública no hay buenos gestores, estamos perdidos. Además, en este país hay una falta de coordinación entre gobiernos y comunidades. Nuestros políticos no han sido capaces de ponerse de acuerdo, de darse cuenta de que tenemos que ir todos a una porque esto es un problema de salud colectiva. Tal vez se debería haber creado desde el principio una comisión con profesionales que se hubieran sentado y marcado unas directrices para todo el país porque eso hubiera ayudado.
–¿Cuándo esto termine se deberían devolver las competencias de Sanidad al Estado?
–Sé que esto no gusta a mucha gente, pero yo, que también me dedico a la educación, debo decirlo. La Sanidad y la Educación públicas deberían estar gestionadas por el gobierno estatal con proyectos idénticos en cada comunidad. Me parece que eso es esencial para que no haya problemas. No puede ser que un español tenga diferentes opciones en algo tan básico como la Sanidad o la Educación si es de una comunidad u otra. Tiene que haber equidad en bienes fundamentales para la ciudadanía como son estos dos.
Carmen Bárcena es enfermera especializada en psiquiatría y realizó el doctorado en psicología en el área de personalidad. Ha trabajado durante años en psiquiatría y asegura que es necesario que se ponga especial atención en los pacientes psiquiátricos para que el confinamiento no complique su salud.
– ¿Cómo puede afectar estar todo el día en casa a pacientes con problemas psíquicos?
– Si los ciudadanos que no tenemos ningún problema lo pasamos mal, a los pacientes psíquicos les cuesta mucho más sobrellevar una situación como esta y hay que tenerlo en cuenta. Una persona con un trastorno crónico de esquizofrenia puede tener alteraciones lógicas de su propio trastorno, aunque esté con tratamiento farmacológico. Hay otro problema de base: tanto las familias como las personas que están con ellos pasan mucho tiempo juntos, sin poder salir de la misma zona, y eso genera más tensión de lo habitual y será más fácil que se generen situaciones de crispación. Hay que acordarse de las familias de estos pacientes y hay que poner un poco más de atención en este tema, que creo que no se está haciendo.
–¿Y qué es lo que se puede hacer para que el confinamiento no lleve aparejados perjuicios a pacientes y cuidadores?
–Hay algunos enfermos mentales a los que no les supone ningún problema quedarse en casa, pero hay otros a los que sí, que tienen necesidad de salir al exterior. Con estos casos se podría hacer algo similar a lo que se está haciendo con los autistas, darles facilidades para que puedan salir. También es importante ayudar a los cuidadores que se sabe que no son positivos para que puedan tener un espacio de respiro porque son muchos días. Se necesita que eso se tome en cuenta.
–¿Qué pasos se están dando para que los profesionales en formación puedan ayudar cuanto antes a frenar la pandemia?
–Se nos ha indicado que convalidemos el resto de la materia con casos prácticos a aquellos alumnos de cuarto curso que tienen el 50% de las áreas prácticas superadas y todas las asignaturas aprobadas de las áreas de conocimientos de los semestres anteriores.Se van a adelantar los trabajaos de fin de grado y fin de master para poder incorporar cuanto antes al sistema sanitario a los alumnos que terminan ahora. Los alumnos de cuarto lo que hacen es pasar por los servicios de prácticas más especializados. Estos alumnos tienen una preparación recién terminada, por lo que es interesante que terminen y se incorporen lo más pronto posible para que no tengamos problemas a la hora de dar cobertura a nuestros profesionales.
–Llevan años hablando de la fuga de profesionales a otros países y de sus consecuencias. Ahora nos acordamos de los que se fueron...
–Este país se gasta muchísimo dinero en formar muy bien a médicos, enfermeras y técnicos y resulta que cuando los tenemos formados llegan otros países y se llevan a nuestros profesionales sin haber gastado ni un euro en su formación. Es muy triste que disfruten en otros países del fruto de la inversión que se hace aquí en formación a sanitarios y científicos. Esperemos que esto sirva para que el personal que se forma en España produzca en nuestro país, que ya toca. Entre el 25% y el 30% del alumnado que termina de estudiar en mi facultad se va a otros países a trabajar.
–Muchos hospitales del país han colapsado. ¿Esto se hubiera evitado si no hubiera habido tantos recortes en Sanidad en los últimos años?
–No lo sé. Pero lo que sí sé es que si no hubiera habido tantos recortes, lo primero que hubiera pasado es que no se hubieran ido tantos profesionales a ejercer fuera del país porque seguramente se les hubiera valorado como merecen. Lo segundo es que no nos hubiera pillado la pandemia tan justos de todo.
–De lo que andamos más justos últimamente es de mensajes positivos. ¿Tiene alguno que ofrecer en estos tiempos oscuros?
–Pues que el Colegio de Enfermería ha puesto a servicio de la sociedad sus manos, su cabeza y su corazón.Estamos intentando colaborar con direcciones y profesionales con la meta de echar una mano al que lo necesiten. El mensaje es el que la gente está mandando a diario: el de agradecimiento a los profesionales y decir que entre todos vamos a salir de esto, pese a todas las dificultades que estamos teniendo. Estoy segura de que juntos lo vamos a conseguir.
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