«La gente teme endeudarse más que contagiarse»

María ve Brooklyn desde hace tres semanas a través de la ventana, desde que Andrew Cuomo, el gobernador de Nueva York, recomendó el distanciamiento social y la cuarentena. Sin duda es el estado más castigado por la COVID-19 de Estados Unidos, pero también está batiendo récord fuera de sus fronteras en número de muertos, que ya superan los diez mil. «Ahora mismo esto es un caos. En nuestra zona ya se han muerto varias personas y hemos visto cómo les sacaban de sus casas envueltos», se lamenta María Martínez, palentina de 31 años, que lleva cinco viviendo en la ciudad que nunca duerme.

María Martínez, que seguía de cerca todo lo que estaba pasando en España y en Palencia por esta crisis sanitaria, se impacientaba de que nadie planificase nada para evitar allí la propagación del coronavirus. «Personalmente me asusté bastante viendo la situación que se estaba viviendo en Espana y asomándome a la ventana cada día viendo cómo nadie tomaba medidas», reconoce.

La situación en Nueva York, al igual que en otros países, tiene situaciones e imágenes bastante dantescas. «Se ha creado una fosa común para todos los cuerpos que no han sido reclamados, dado que hay un gran número de inmigrantes ilegales que tienen las familias en sus países», comenta con pesar.

María Martínez y su pareja trabajan como fotógrafos de bodas en Captured Group. Normalmente lo hacen en Nueva York, pero también van por todo Estados Unidos y el año pasado ya comenzaron a tener clientes en Asia y en España. «Las reservas que teníamos para estas semanas se pospusieron y muchos de nuestros clientes han tenido que cancelar la boda entera. De momento seguimos realizando trabajos relacionados con diseño gráfico y estamos aprovechando para hacer un cambio en nuestra compañía», explica.

María Martínez estaba hace cinco años en Ibiza de recepcionista en 'Pacha' y la llamaron para trabajar en un hotel de Nueva York. Y no se lo pensó. «Es una ciudad donde es imposible aburrirte y donde la creatividad nunca tiene fin. Y eso era lo que siempre buscaba. Probé en Londres, México, Irlanda... pero siempre había algo que no terminaba de conectar. Aquí siempre hay algo nuevo que hacer, conocer o probar. Y hay oportunidades para todo el mundo, sobre todo si eres europeo y además hablas español», explica.

«La ciudad no se ha llegado a parar del todo. El gobernador ya quiere levantar la cuarentena y apenas estamos subiendo en la curva de infectados», señala. Cierto es que allí no se toman tantas precauciones como en España, porque la cuarentena no se impuso, se recomendó. «Aquí no se multa a nadie si está en la calle», detalla.

El famoso problema del papel higiénico no ha ocurrido solo en España. «No hay papel higiénico ni otros muchos productos. Tengo amigos que se han ido a Pensilvania a hacer la compra porque faltaban muchas cosas en los supermercados», explica.

María Martínez tiene la mirada y la mente puesta en su ciudad, en Palencia. «Lo que más me preocupa es mi familia allí. Aquí aunque el sistema sanitario no es gratuito, como en España, nosotros, gracias a mi novio que es exmilitar de las fuerzas marítimas, tenemos la sanidad cubierta», reconoce. Ahora, más que nunca, utilizan las videollamadas para mantenerse en contacto y sentirse cerca. «Siempre echo de menos a los míos, así que intento ir una o dos veces al año si el trabajo me lo permite. Lo que más extraño de Palencia es la comida, el silencio y los espacios abiertos. La verdad es que aquí es muy difícil encontrar un lugar así», argumenta. María Martínez tiene claro lo primero que hará cuando pise suelo palentino: «Ir a 'La Mejillonera'», reconoce.

Uno de los principales problemas a los que se enfrenta la población de Nueva York es a la infección sin un seguro médico que les cubra y sin el dinero suficiente para poderse costear uno. «Es caótico todo aquí a nivel del servicio de la sanidad, que no es gratuito. La gente tiene más miedo de endeudarse que del mismo contagio por coronavirus», afirma la fotógrafa palentina, que solo quiere que todo vuelva a la normalidad para «volver a hacer fotos y poder abrazar a mi familia cuanto antes».