![«El cante hay que escucharlo con el oído del amor y sin prejuicios»](https://s1.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/2024/02/29/SandraCarrasco-DavidDeArahal2-cienxcienflamenco-kiGF-U2101688072322a1C-1200x840@El%20Norte.jpg)
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La cantaora onubense Sandra Carrasco (1981), discípula de Adelita Domingo –maestra sevillana de varias generaciones de artistas–, y el sevillano David de Arahal (Arahal, 2000), joven talento de la guitarra que comenzó a tocar a los diez años, forman un tándem perfecto sobre los escenarios. ... Su virtuosismo y la química entre ambos artistas a la hora de abordar el flamenco se comprobará en Palencia este viernes, 1 de marzo (20:30 horas) en las Noches Flamencas del Principal, donde presentarán su último espectáculo, 'Recordando a Marchena', en homenaje al insigne cantaor sevillano y recopilado en el primer disco firmado por este dúo que verá la luz próximamente.
–¿Es gitana?
–Que yo sepa no, pero siempre se ha dicho que por la parte de mi padre mi abuela era gitana y mi abuelo trapero. Yo no les conocí, pero en las fotos que he visto de ellos sus rasgos parecen gitanos. Quizás, la familia de mi padre es gitana, pero nunca lo han hecho a cuenta. Mi padre se dedicaba a la construcción y era tratante de caballos y todos sus amigos eran gitanos; de hecho, hablaba en caló. Cuando mi padre falleció hace dos años, el tanatorio estaba lleno de gitanos y me hablaban alabanzas de él; fue muy generoso y solidario con ellos. A la semana de morirse, mi padre se me vino en un sueño para decirme que tenía que hacer un homenaje a Marchena y si lo hice, fue por él; por eso se lo dediqué a mi padre.
–Fue discípula de Adelita Domingo, maestra sevillana de varias generaciones de artistas. ¿Qué aprendió de ella?
–Yo era chica, menor de edad, y allí me llevaba mi padre. Me ha dejado marcada toda mi vida. Cuando llegaba a la Alameda de Hércules y entraba en su casa, yo ya sentía que quería ser artista. Adelita para mí fue una inspiración. Esa mirada, ese semblante, esa actitud, esa pasión, esa personalidad, esa fuerza,… Tenía un loro, que se llamaba 'Lori', y cuando yo llegaba a su casa, el loro se volvía loco. Fue una experiencia y un aprendizaje maravillosos.
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Jose Rojo
–Usted perfuma el flamenco con notas de jazz, bossa nova, músicas del mundo. ¿Qué aroma desprende su cante?
–Mi cante podría desprender el aroma de la flor de otoño de color lila, aunque nunca la he olido, porque para mí es muy especial que florezca una flor en otoño porque es poco frecuente. En el día a día me gustan las cosas normales, pero en el cante me atrapan los artistas que tienen personalidad y las propuestas novedosas. Entonces, puede ser que yo tenga personalidad. Yo no soy una cantaora al uso, que me encantan, soy como soy. El cante hay que escucharlo con el oído del amor y sin prejuicios. Mi cante transmite libertad. Yo respeto el flamenco, pero dejo que mi creatividad vuele. Si interpreto una soleá, la estudio profundamente, pero intento que hable de mí y que saque de mí la autenticidad que haya.
–Además de flamenco, canta otros géneros y ha hecho pinitos en la interpretación.
–Aunque yo me crié en el flamenco y viví en Sevilla, cuando me vine a Madrid, conocí a otros músicos y empecé a cantar otro tipo de géneros. Nunca he perdido ni he dejado mis fandangos de Huelva porque son mi bandera, pero cantar otras cosas me ha permitido participar en bandas sonoras de algunas películas. Y sí, al poco de llegar a Madrid, intervine en un par de capítulos de una serie. En Madrid estuve viviendo en el barrio de Lavapiés quince años hasta que me trasladé a la sierra, donde vivimos solitas mi niña de cinco años y yo, allí somos felices y estamos encantadas; ya no soporto el bullicio.
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Jose Rojo
Jose Rojo
–Cuentan que Sandra Carrasco es una de las cantaoras más versátiles, con más sabiduría flamenca de su generación y con una voz plena de colores. ¿Cómo recibe esos halagos?
–Los recibo maravillosamente y me sorprenden mucho. Yo siempre estoy en constante búsqueda de la excelencia, estudiando y aprendiendo mucho, y esos halagos confirman que algo bueno estaré haciendo. Por otro lado, me ponen el listón más alto, pero no me lo tomo con ansiedad porque creo que tengo seguridad y confianza en mí misma. Cada día me preparo para poder gestionar el nivel de exigencia que conllevan esas alabanzas. ¡Hay que trabajar disfrutando, nunca sufriendo!
–Ha sacado a la luz seis álbumes. ¿Tiene encarrilado el séptimo?
–Sí, sí. Está en fábrica (risas). Estoy esperando a que salga lo antes posible. Se titula como el espectáculo con el que estamos de gira David de Arahal y yo, 'Recordando a Marchena', y el disco es un mano a mano entre ambos. Creo que entre los dos hemos creado algo bello y seguimos trabajando en equipo defendiendo la marca 'Sandra Carrasco y David de Arahal'. ¡Nos va súper bien!
–¿Cuándo surgió la química entre ambos?
–Nos conocimos hace seis años en Tarifa y fue un encuentro un tanto extraño porque fue en un sitio donde no había nadie; él estaba con su tío y yo con unos amigos. Luego, David me llamó para cantar en su primer disco 'Mar verde' y me encantó la experiencia de estar con él en el estudio, me fascinó el disco y tenía ganas de contar con él en algún recital. En el verano de hace cuatro años le llamé e hice dos conciertos con él, justo los dos últimos que vio mi padre. Cuando tocó la guitarra conmigo esos dos días, me dije «yo quiero a este niño para que toque conmigo». Estaba buscando una guitarra sosegada, relajada y que me hiciera cantar mejor y eso lo encontré en David. A raíz de que grabó conmigo 'Sevillanas a Estrella Morente', siempre he contado con él.
–¿Presiente entonces que esta unión artística se va a prolongar en el tiempo?
–Eso espero. Yo mejoro al lado de David, es la horma de mi zapato. Su guitarra es perfecta para mi cante. David es maravilloso, no podría estar con un guitarrista que no me cuadrase como persona. Hemos formado un equipo de trabajo súper bonito, nos llevamos genial y estamos contentísimos de los logros que estamos cosechando. Además, su hermano Marco, de la empresa 'cienxcienflamenco', es la persona que está llevando mi carrera. David me ha demostrado que la edad no importa para ser sabio de la guitarra flamenca; ha nacido con ese don. La inteligencia emocional y musical de David no la he visto en guitarristas que le doblan la edad.
–¿Cómo construyó con su partenaire el homenaje al universo de Pepe Marchena?
–En la distancia, por teléfono y videollamadas y pocos encuentros; ha sido precioso. Es un recital de una hora y veinte minutos cantando palos sin parar, todo seguido; es un espectáculo muy ameno y fresco. 'Recordando a Marchena' es el concierto que David y yo ofreceremos en solitario en Palencia y será nuestra carta de presentación en esta ciudad. Espero que guste mucho al público palentino; tenemos muchas ganas de participar en el ciclo 'Noches flamencas del Principal'.
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