Incendio en la nave de Cascajares en Dueñas, el pasado 26 de enero. MARTA MORAS
Palencia

Cascajares comenzará a funcionar en un obrador alquilado en La Cistérniga

La empresa espera aún el informe del estado de la estructura incendiada para ver si construye en el mismo lugar o en un terreno adyacente

El Norte

Palencia

Martes, 7 de febrero 2023, 22:05

«Estamos trabajando para poner todo a punto y arrancar lo antes posible en el nuevo obrador, aunque sea haciendo unos pocos productos». Tras el incendio de su fábrica en Dueñas, Cascajares comienza a funcionar con sus oficinas asentadas en la localidad vallisoletana de ... Villanubla, así como con un obrador alquilado en La Cistérniga, también en Valladolid.

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Fuentes de la empresa señalaron a la Agencia Ical que están más asentados en las oficinas provisionales cedidas por otra empresa, donde se lleva a cabo el trabajo de contabilidad y administración «como si no hubiera pasado nada».

En relación a los ERTE, apuntaron que todavía no se han producido avances y no se ha firmado nada, situación similar en lo que tiene que ver con la nueva fábrica, dado que los peritos finalizaron el lunes su labor y han realizado los informes sobre el incendio, aunque tienen que derivar los datos a la Guardia Civil.

«Una vez que nos dejen entrar en la fábrica y se pueda ver el estado de la estructura, analizaremos si la fábrica se construye en el mismo punto o en un terreno adyacente», añadieron fuentes empresariales.

«En nombre de todos los que hacemos, hemos hecho y seguiremos haciendo Cascajares queremos dar las gracias a los bomberos que se jugaron la vida para sofocar un incendio que el 26 de enero, devoró nuestra fábrica de Dueñas», recogía una carta remitida hace unos días por la compañía, quien también tuvo palabras de agradecimiento para las instituciones locales, regionales y centrales que desde el primer momento mostraron su respaldo para levantar una nueva planta y dar «esperanza» al equipo humano de Cascajares.

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Igualmente, reconocimiento para «esos cientos de ciudadanos anónimos» que les hicieron llegar su «apoyo, solidaridad y cariño», a las organizaciones sociales y económicas «por su empatía, por su aliento, por su confianza y empuje» y a su clientes, que «sufrieron» con «este desastre» y les hicieron llegar «su fuerza y su cercanía».

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