Así fue 2024 en Palencia

Un año para sentar las bases del nuevo modelo de movilidad

No se ha caracterizado 2024 por ser un año de grandes sorpresas, ni ha estado marcado por algún gran acontecimiento. Ha sido en general un año de transición, en el que si algo ha condicionado la vida de los palentinos han sido las dificultades que han encontrado para circular por la ciudad, en la que se han ido sucediendo obras y más obras, que han convertido el tráfico en auténtico caos en determinados momentos, al coincidir por diferentes motivos actuaciones que obligaban a cerrar numerosas cerrar o cambiarles el sentido de la circulación.

Un problema que no solo han sufrido los vecinos de la capital, sino de toda la provincia, puesto que no se puede olvidar que buena parte del tráfico que se recoge en la ciudad a lo largo de toda la semana procede de los pueblos, y no solo de aquellos más cercanos, sino de toda la geografía provincial.

Y esta premisa ha sido también uno de los aspectos que más ha pesado en la negociación de otro de esos problemas municipales que han venido marcando la agenda política de este 2024, el establecimiento de la llamada Zona de Bajas Emisiones, una medida encaminada a restringir el acceso de vehículos al casco histórico de la capital palentina, en donde se concentran la mayor parte de servicios públicos y organismos oficiales.

Y aunque en principio pueda parecer una actuación con una incidencia limitada sobre la población, tendrá una importancia capital a partir de agosto de 2027, cuando cerca del 40% de los vehículos matriculados en la provincia no tendrán autorización para acceder al centro de la ciudad de Palencia. Medida que afectará por igual a los vecinos de la capital como a los de los pueblos o a los de otros territorios. Si se accede con un vehículo sin etiqueta ambiental, multa. El sistema de cámaras de vigilancia que se instalará en este próximo 2025 no permitirá escapatoria alguna, y solo se salvarán residentes en la zona afectada y quienes consigan un permiso extraordinario y limitado por cuestiones como trasladar a una persona con movilidad reducida.

Aunque será necesario esperar al pleno del próximo enero para que esta medida salga adelante, puesto que el acuerdo entre los grupos políticos municipales se ha demorado más de lo previsible. Finalmente, el equipo de gobierno del PSOE y el PP han alcanzado un pacto para reducir el nivel de restricciones, con el fin de que se una de las ordenanzas más permisivas de toda España, que por el momento no introducirá ninguna limitación para los coches con etiquetas B o C.

No hay que olvidar que este proceso establecimiento de la Zona de Bajas Emisiones, que se encamina a la reducción del tráfico en el centro de la ciudad con el fin último de rebajar las emisiones de gases contaminantes, ha sido también determinante para generar buena parte del caos circulatorio que se ha vivido a lo largo de este año.

La creación de las bajas emisiones llega complementada con otras actuaciones municipales encaminadas a esa limitación del tránsito de vehículos y de ahí derivan algunas de las obras más destacadas que se han desarrollado en la ciudad a lo largo del último año.

La de mayor importancia y que todavía se encuentra en ejecución (este mes de diciembre se ha ampliado el plazo hasta febrero) es la de semipeatonalización de la zona centro, con un recorrido que va desde la plaza de San Lázaro hasta los Cuatro Cantones, prosigue hasta la plaza de Isabel la Católica y continúa después por Menéndez Pelayo y Antonio Maura.

El objetivo principal, elevar la calzada y adoquinarla como banda de rodadura a la misma altura que las aceras. Se trata del mismo modelo que se ha ejecutado en buena parte de la calle Mayor Antigua durante el pasado 2023 y también en este 2024, en el que se ha actuado en la zona más próxima a la Catedral. Esta última obra provocó que esta vía quedase cortada durante buena parte de la primavera y el principio del verano, con lo que coincidió en algunos momentos con las primeras actuaciones de la semipeatonalización de la zona centro, que es la que ha causado notables problemas durante gran parte del año, al haberse cerrado al tráfico algunas de las vías que más tráfico soportan a diario, como Don Sancho, La Cestilla, Menéndez Pelayo o Antonio Maura.

Así, moverse en coche por el centro de la ciudad ha sido un verdadero calvario, con las principales calles del centro cortadas, a las que se han unido uniendo otros cierres como consecuencia de diferentes proyectos que se venían acometiendo en la ciudad, como reparaciones de tuberías por parte de la empresa Aquona, o con mayor intensidad las obras de la primera de las redes de calor que funcionarán en la ciudad, la de la empresa DH Ecoenergías, que ya suministra a decenas de comunidades de la zona sur de la capital palentina.

Esta entidad ha actuado a lo largo de este año fundamentalmente en la avenida República Argentina, en los entornos de la Huerta de Guadián, en algunos tramos de Manuel Rivera que aún le quedaban pendientes del año anterior y en diferentes calles del barrio de La Puebla, con el objetivo de continuar a principios del próximo año por la avenida Casado del Alisal y algunas de sus vías adyacentes, una vez que se completen todas las conexiones en la zona de San Lázaro.

Sin embargo, las obras están paralizadas durante esta etapa final del año, para no entorpecer las celebraciones de Navidad, algo que también ocurre con los trabajos de semipeatonalización, que se han suspendido en Don Sancho y la Cestilla, para dejar despejada esta céntrica para el tránsito de peatones. Así, los trabajos continúan por la calle Burgos, ya que la empresa no puede parar del todo, puesto que el plazo, que ya les ha sido ampliado, finaliza en el mes de febrero y aún les queda también una transformación integral de la plaza de Isabel la Católica, frente a la iglesia de la Compañía, lo que augura nuevos problemas de tráfico para el próximo año.

Pero aunque estos proyectos de semipeatonalización parecen avanzar con pie firme, no todas las inversiones que ha querido impulsar este año el Ayuntamiento han podido salir adelante sin problemas. La renovación de los accesos a la ribera del río para hacerlos más accesibles se ha visto retrasada durante más de dos meses, con lo que habido que sancionar a la empresa. Y aún así, este no es de los ejemplos más preocupantes, puesto que siguen pendientes de un hilo, con posibilidad de que lleguen a perderse algunas subvenciones europeas, como ya ha ocurrido anteriormente, otras muchos proyectos.

No ha conseguido adjudicarse a nadie la redacción de los proyectos de obra para el impulso turístico del Cristo, obra que deberá estar terminada en noviembre de 2025, y también se están encontrando demasiados problemas administrativos proyectos como los de renovación energética de la Plaza de Abastos.

Una novedad de este año ha sido la adjudicación a una empresa de arquitectura de la renovación del Plan General de Urbanismo.

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