Así fue 2024 en Palencia

Un pacto de gobierno en el Ayuntamiento de Palencia que se resquebraja

Se empieza a complicar el mandato al equipo de gobierno socialista. El acuerdo de gobernanza firmado con Vamos Palencia y que permitió la investidura de Miriam Andrés se ha ido deteriorando a medida que avanzaba 2024 hasta la ruptura casi total que se vivió el pasado día 13, durante la votación de las propuestas de Ordenanzas Fiscales para 2025.

Vamos Palencia, que comenzó el mandato apoyando prácticamente todas las propuestas y decisiones de los socialistas, ha ido este año distanciándose paulatinamente, al entender que no se están cumpliendo más que unas pocas cuestiones de las 39 que se incluían en el documento firmado por ambos partidos.

Desde el PSOE se ha intentado quitar hierro en todo momento a los desencuentros y advertencias que ha venido lanzando Vamos Palencia, pero la situación se ha vuelto insostenible en la negociación de las ordenanzas fiscales, ya que la formación localista estima que el PSOE ha querido «engañarnos» en la negociación de una rebaja del IBI, dado que cuando los socialistas han aceptado esta propuesta ya no había tiempo material para que entrase en vigor en el año 2026 y esa reducción del tipo del impuesto se veía aplazada a 2026. Esta situación se reflejó en el pleno con un no rotundo de Vamos Palencia a todas y cada de las propuestas de modificación de tasas y tributos, con lo que esos tres votos que precisa siempre el PSOE para alcanzar la mayoría no les llegaron por este lado, como tampoco lo hicieron por parte de otros grupos.

Y esta evidencia palmaria de la ruptura entre PSOE y Vamos Palencia no solo conlleva una situación de inestabilidad para el equipo de gobierno, sino que además ha generado un profundo problema económico de cara al próximo año, puesto que tal y como ha reconocido el concejal de Hacienda, Carlos Hernández, el Ayuntamiento no podrá obtener la recaudación de ingresos que precisa para afrontar los pagos de los servicios que presta, así como otros compromisos que tiene relativos a la amortización de deuda.

El equipo de gobierno pretendía tener aprobadas esas ordenanzas fiscales en torno a los meses de septiembre u octubre, para poder confeccionar con calma los presupuestos de 2025, pero la negociación con los grupos se complicó más de lo previsto, ante la negativa a cualquier subida impositiva y también de las tasas que afectan a las economías familiares, como el agua o la recogida de basuras.

Esto ha provocado también que se cierre 2024 sin que prácticamente se haya dado ningún paso en la aprobación de los presupuestos para 2025. El equipo de gobierno ha advertido que sin subida de tasas e impuestos no habrá para pagar el incremento del coste de los contratos de prestación de servicios, como el agua, la limpieza o el transporte urbano, ni para afrontar gastos extraordinarios como los 2,5 millones que deben amortizarse por el préstamo de la calle Jardines.

Pero no ha sido 2024 un año complicado solo para los socialistas, el grupo municipal de Vox también se ha visto sacudido por la polémica, la expulsión de sus filas Ricardo Carrancio, que ha quedado en la situación de concejal no adscrito.

Carrancio fue expulsado del grupo municipal tras ser condenado por una agresión leve y unos insultos a una persona con discapacidad durante una discusión en un parque. La sentencia es firme, pero Vox, como partido, le mantiene como diputado provincial.

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