«Nos tenemos que ir adaptando a los cambios que la sociedad establece»

–¿Cuál es la situación del Colegio en este 25 aniversario?

–El colegio cuenta con 22 colegiados y son los que tienen la condición de Administradores Colegiados. Se trata de una institución que se segregó del Colegio de Cantabria para formar de manera independiente el colegio palentino. Apareció por primera vez en el boletín en diciembre de 1999, por lo que cumple esos primeros 25 años este pasado 15 de diciembre. Vamos a intentar celebrarlo y que la comunidad sea consciente de nuestra presencia y crecimiento. Tenemos previstas nuevas incorporaciones. Nos han dado un premio en el Consejo Nacional de Tarragona como un colegio más participativo y estamos muy contentos con la respuesta que estamos recibiendo en los últimos tiempos.

–En los últimos años han surgido nuevos desafíos en la administración de fincas, como la ocupación y los pisos turísticos. ¿Cómo se está adaptando el Colegio a estas problemáticas?

–Nos tenemos que ir adaptando a esos cambios que la sociedad establece. Ahora contamos con estas nuevas cuestiones, a las que se suman otras, como por ejemplo los garajes y los enchufes. Tenemos que ir acomodándolo. La ocupación nos está trastornando bastante y la cuestión de los pisos turísticos es una fiebre que ahora mismo en Palencia están llamando la atención. No entendemos cómo algo reservado a zonas de alta densidad turística cuenta con tantas miras. No es un problema que tengamos en Palencia. Más bien sería al revés, todo lo que es el turismo o el patrimonio palentino está olvidado. Si queremos darlo a conocer, tendremos que favorecerlo y no restringir el turismo. Son temas que poco a poco vamos digiriendo con lógica y sentido común.

–Este año se ha impulsado la instalación de redes de calor en Palencia. ¿Cómo están afrontando ustedes la adaptación de las comunidades de propietarios a esta nueva fuente de energía?

–Sí, ha habido esa nueva fuente de energía que tenemos que tramitar. Es un nuevo sistema de calefacción que se ha puesto de manifiesto en muchas ciudades de España y de Europa. Se ha acreditado que funciona y todos los sistemas colectivos siempre entrañan un beneficio económico para los usuarios. Se produce una economía de escala, donde te calientas utilizando un servicio en común, que sale más barato que un sistema individual por cada una de las viviendas. Tenemos que dar las entradas, son sistemas nuevos y además procuran una utilización más ecológica de los recursos, dando un círculo perfecto de aprovechamiento y creo que ese es el cauce adecuado. La dirección ahora mismo es la correcta.

–¿Qué opinión tiene sobre los trastornos derivados de estas obras para instalar estas redes de calor?

–El tema de levantar las calles sí es una verdadera molestia que los propietarios deben pagar. Es el precio del progreso. Una vez termine la obra, tendrán en casa un sistema de calefacción con un compostaje a un precio razonable, que supone un gran beneficio para la comunidad. Ahora mismo hay dos redes en Palencia y desde el Colegio estamos encantados con ellos.

–La carestía de los alquileres y la compra de viviendas es un tema recurrente en el sector. ¿Qué opinión tiene usted respecto a esta problemática?

–Esto es un problema terrible. El populismo en las medidas contra la vivienda es contrario a la eficacia. La última reforma de la Ley ha supuesto una cualificación que son las personas que están en vulnerabilidad. Te paralizan los procedimientos y si tienes la mala suerte de tener un inquilino en esa situación, te quedas sin unos ingresos que nadie te va a dar. Eso lo que provoca es retraer la oferta de viviendas. Tampoco les beneficia a ellos, dado que estando en esa lista, no van a tener un acceso tan fácil a la vivienda. Se trata de unas medidas muy populistas de controlar los precios y los ingresos, que nos lleva a un resultado diferente al perseguido. Son leyes que no están bien pensadas. Creo que existe una falta de asesoramiento en este tema.

–¿Cómo cree que podría mejorar el mercado inmobiliario en el futuro?

–Espero que aprendamos de nuestros errores. Hace varios años existieron unas medidas de ayuda al arrendador que fomentaban sacar los pisos a alquiler. Así había una mayor oferta y los precios estaban más bajos. Hay que hacer las cosas de una forma global, desde una perspectiva más lejana.