El PSOE se impone en seis de las nueve capitales de Castilla y León

El PSOE, en cambio, se impuso en votos totales en las capitales de Palencia, Burgos, León, Soria, Valladolid y Zamora, y también lo hizo en otros grandes municipios de la comunidad como Ponferrada, Miranda de Ebro y Aranda de Duero, con mejoras en porcentaje y número de sufragios con respecto al 28-A.

El caso de Palencia merece un apunte especial por dos circunstancias. Por un lado, la exconsejera de la Junta Milagros Marcos revalidó su condición de diputada por el PP y llegó a acudir al colegio electoral en el Instituto Jorge Manrique para fotografiarse junto a las urnas, pero no votó en este centro al estar empadronada en Fuensaldaña (Valladolid). El PP ganó en la provincia palentina (con dos diputados, por uno del PSOE), pero no en la capital, cuyo Ayuntamiento está en manos de Cs gracias al pacto con el PP en la Junta. En Palencia capital los naranjas vivieron una hecatombe en toda regla, se dejaron el 65% de los sufragios de abril y pasaron de tercera a quinta fuerza, en el enésimo ejemplo de la debacle del partido liberal.

La misma situación de descalabro se reflejó en Ávila capital, donde Vox y hasta Por Ávila superaron en votos a los naranjas, que cayeron hasta el quinto puesto (en el total de la provincia Ciudadanos fue la cuarta fuerza, por detrás de PP, PSOE y Vox).

Tampoco resistió Ciudadanos en la provincia de Zamora, en cuya Diputación gobierna gracias al apoyo del PP. Con una pérdida de 10 puntos porcentuales y 12.000 votos menos que en abril, se quedó también sin el diputado que aportaba al Congreso, una constante en toda la comunidad (de ocho representantes en Castilla y León ha pasado a no contar con ninguno).

En la provincia de León, la Unión del Pueblo Leonés (UPL), que no se había presentado el 28-A, estuvo muy lejos de obtener un escaño, y solo recibió algo más de 9.300 votos y un 3,6% del total de los sufragios para situarse como sexta fuerza en León y en el total de la comunidad.

El foco de la jornada también estuvo colocado en el pequeño municipio de Sotosalbos, en Segovia, donde votó el senador popular vitoriano Javier Maroto, después de su polémica designación en las Cortes autonómicas con los apoyos de PP y Ciudadanos. Maroto acudió dos veces al colegio electoral (primero a coger las papeletas y, tres horas más tarde, a votar, como comprobó eldiario.es). En Sotosalbos, el PP pasó de 27 a 31 votos, el PSOE de 14 a 15, Vox de 5 a 10, Ciudadanos de 25 a 8 y Podemos de 7 a 5. Además recibió un voto el residual Partido Comunista Obrero Español (PCOE).

En las listas para el Senado, el exalcalde de León Antonio Silván vivió en el filo de la navaja durante buena parte del recuento, superado en muchos momentos por su compañero Javier Santiago (número dos en las papeletas del PP) y, por momentos, pareció que iba a quedarse fuera de la Cámara Alta. Finalmente, sí recibió el respaldo de los electores y será senador por León. Otro alcalde popular que perdió el sillón el 26-M, Javier Lacalle, no tuvo tantos problemas para mantener su escaño en el Senado por Burgos y acabó como el candidato más votado en esta provincia.