Labores de plantación de viñedo en una parcela de la localidad burgalesa de Fuentelcésped SUSANA GUTIÉRREZ

La viña desde cero, la plantación de la vid

La calidad del suelo, su preparación y la genética de las cepas, son algunos de los secretos para alcanzar el éxito en el proceso

Susana Gutiérrez

FUENTELCÉSPED

Sábado, 18 de abril 2020, 09:19

Ahí nace todo. Es el primerísimo de los pasos que consiguen que una copa de vino de calidad llegue a nuestros paladares. Se trata de la plantación del viñedo, un proceso que llega en primavera, en especial en el mes de abril, cuando el ... calendario marca el momento idóneo debido al clima y las temperaturas. La calidad del suelo, su preparación, la genética de las cepas, su cuidado y seguimiento para que crezcan y comiencen a producir, marcan el buen desarrollo de la vid. Es un largo proceso que requiere un mimo especial para alcanzar el éxito y también es necesario contar con los permisos pertinentes.

Publicidad

En la actualidad, existen varias fórmulas burocráticas para llevar a cabo nuevas plantaciones que varían dependiendo la Denominación de Origen. Incluso, en algunas zonas como Rueda, se ha restringido este crecimiento durante tres años prohibiendo plantar. En Ribera del Duero, sin embargo, se puede acceder a través de la concesión de nuevas plantaciones anuales por parte de la Administración, cifradas este año en 950 hectáreas, a propuesta del consejo regulador. Además, está abierta la posibilidad del arranque de viñedos en unas zonas para plantar en otras y la reconversión de antiguos derechos.

La reconversión de derechos es la fórmula elegida por Juan Manuel Burgos, viticultor y enólogo, propietario de Bodegas AVAN, situada en la localidad burgalesa de Fuentelcésped. En estos últimos días, ha procedido a la plantación de tres hectáreas de viñedo, la mayor parte de ello, de variedad tempranillo o tinta del país; aunque también ha apostado por incluir 900 plantas de albillo mayor, la variedad blanca autóctona de Ribera del Duero con la que ya se pueden elaborar vinos blancos amparados por el marchamo de calidad.

Otras labores relacionadas con el cuidado de la vid

No es un proceso fácil, no consiste en llegar y plantar, sino que se necesita un estudio previo sobre la calidad del suelo, un trabajo de campo y una supervisión posterior. «En este caso, el suelo está en ladera, con entre un metro y dos de arena con grava y el fondo arcilloso, y tiene una altitud de unos 900 metros. Sabemos, además, que es muy apto para plantar porque ya tenemos viñedos en esa parcela, algunos de ellos centenarios». Una vez elegida la parcela, el primer paso es la preparación del terreno, «con una máquina se raja la tierra y se voltea para oxigenarla y se echa materia orgánica», desvela.

Publicidad

Genética

En la planta está la clave principal y la personalidad del futuro viñedo y, a mayores, también del vino que se elabore con sus uvas. «El ADN de la planta es lo que la hace única, se trata de la genética de un viñedo centenario, de antes de la filoxera. Hace 20 años cogí las yemas y lo tienen reproducido en el vivero para injertarlo en los palos que se plantan. Ahí está nuestra seña de identidad», explica Juan Manuel Burgos. En esta línea, precisa que ha optado por la plantación de viñedo en espaldera, en lugar de en vaso, ya que facilita las labores futuras, sobre todo, en lo que se refiere a la poda.

Varios momentos de la plantación de la vid.

Tras recoger las plantas preparadas en el vivero se procede a implantarlas en la tierra con una máquina especifica que «deja todas las filas a la misma distancia y también la misma separación entre cepas. Hay que definir previamente la distancia que se fija», indica el viticultor. Al dar por finalizada la plantación es necesario hacer un seguimiento y control . «Hay que revisar si falta alguna planta y, a veces, hay que replantar lo que posteriorfalló el año anterior», insiste.

Publicidad

Desde que se procede a la plantación, se calcula que la viña tarda tres años en comenzar a producir, momento en el que se registra la superficie en el Consejo Regulador de la marca de calidad. Se necesitarán, como mínimo, otros tres años a mayores para que las cepas estén a pleno rendimiento.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad