Sardinas con tomate

Pero también puede disfrutarse fritas y acompañadas con una fácil salsa de tomate. Para comenzar, en un sartén se pocha media cebolla cortada en trocitos pequeños con un par de dientes de ajo y un chorrito de aceite. Cuando se haya dorado, teniendo cuidado de que el ajo no se queme para que no amargue, se añaden unos tomates pelados y triturados.

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Después, se remueve bien todo y en dos o tres minutos se le añade una cucharadita de harina para espesar. Se vuelve a mezclar todo bien y de deja a fuego medio. Es opcional añadir un poco de azúcar si cuando se prueba se nota demasiada acidez del tomate.

Por otro lado, mientras termina de hacerse la salsa a fuego lento en otra sartén se echa un chorrito de aceite para freír las sardinas. Se cocinan rápido así que con cinco o diez minutos será suficiente una vez estén doraditas por ambos lados.

A la hora de servir, se colocan en el plato con la salsa por encima. Para que la textura sea más uniforme se puede triturar un poco antes de servir y así evitar los trocitos de cebolla.