Helado de plátano y chocolate, fresco y sin azúcar

Los primero de todo serán buscar los ingredientes: un plátano, una cucharada de cacao puro desgrasado o de algarroba y dos cucharas de yogur griego. Esa es la fórmula para la ración para una persona. El truco fundamental para la elaboración es tener un plátano congelado en la nevera. Lo más fácil es optar por tener siempre un plátano en el congelador y así cuando se antoje el helado se hará en un visto y no visto. Se puede adornar con unas virutas de chocolate.

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Se mezclan los ingredientes, se trituran bien en la máquina, para pasar a degustar. Es saludable, fácil y rápido, además no tiene azúcar, pero es dulce y delicioso. Lo que más sorprende es la textura y si se prueba seguro que se repetirá.

A todos los que se pregunten qué es la algarroba, es conocida por sus múltiples propiedades nutricionales. La pulpa de su fruto tiene un alto contenido en fibra y su uso más común es como sustitutivo del chocolate. ¿Puntos a favor? No contiene excitantes, pero sí posee cacao.

En resumen, un alimento con alto valor energético, pero bajo en grasas. Además, con carbohidratos de alta calidad y proteínas vegetales. Depende de cada gusto personal, se optará o por el cacao puro desgrasado o por la algarroba. Lo mejor es elaborar las dos opciones y juzgar después de haberlo probado.

Con cacaco o con algarroba, seguro que esta propuesta de helado de plátano y chocolate se convertirá en uno de los imprescindibles dentro de los menús veraniegos. Helados que no suman excesivas calorías, ni azúcares, pero conquistan al paladar. El secreto, a partir de ahora, será tener siempre un plato congelado en el congelador. Después, la receta saldrá rodada. ¡Manos a la obra!