Buñuelos de viento para endulzar la fiesta de Todos los Santos

Las primeras recetas de buñuelos conocidas en España datan del siglo XVI así que con esta tradición tan asentada, pocos serán los que a estas alturas no los hayan probado alguna vez en su vida. Las pastelerías y obradores mejoran sus recetas y cada uno le aporta un toque especial, así que es difícil encontrar dos buñuelos iguales.

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Pero si quieres probar en casa y lanzarte con la versión más sencilla, sin rellenos pero eso sí, espolvoreados con azúcar, azúcar y canela o cacao, aquí tienes una propuesta para estrenarte con uno de los dulces más buscados en estas señaladas fechas.

Para comenzar se calienta en un cazo con la leche, el agua, un trozo de mantequilla una pizca de sal y una cucharada rasa de azúcar. Se remueve lentamente y cuando la mezcla comience a hervir se apaga el fuego y se añade la harina previamente tamizada con la levadura. Se mezcla todo bien hasta conseguir una masa homogénea. Cuando se haya conseguido esta masa se van incorporando los huevos uno a uno.

Luego, se vierte la mezcla en un bol, se cubre con papel film y se deja en el frigorífico durante una hora. Transcurrido ese tiempo, en una sartén con abundante aceite y cuando esté muy caliente se irán depositando con la ayuda de un par de cucharas la masa en forma de bolitas. Cuando estén bien dorados por un lado se les da la vuelta y al sacarlos se depositan en un papel absorbente para retirar el exceso de aceite. Por último, solamente quedará espolvorear al gusto con azúcar, azúcar y canela o cacao y a disfrutarlos.