Buñuelos de bacalao

Para prepararla se necesitan como ingredientes básicos, el bacalao seco, harina, cebolla, huevo, limón, leche, perejil, aceite de oliva, pimienta negra y sal. El primer paso consistirá en escurrir el bacalao, quitar las piel y las espinas, para luego cortarlo en trozos medianos. Se marina durante tres horas en una mezcla preparada con leche y el zumo de un limón, dándole la vuelta dos o tres veces. Luego, se escurre, desmenuza y reserva.

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De forma paralela, se va preparando la masa, mezclando la harina con el huevo entero y sin batir, también se añade una cucharada de aceite de oliva, un toque de sal y otro de pimienta. Más tarde se remueve con energía hasta conseguir una mezcla compacta. A continuación se añade agua, poco a poco, hasta que se consiga una masa densa y homogénea.

Se incorpora la cebolla y el perejil, todo picado muy fino y se mezcla uniendo el bacalado desmigado. Se vuelve a mezclar y se deja reposar 20 minutos.

Es hora de freír y hay que calentar el aceite de oliva en la sartén hasta que empiece a humear. Se añade la mezcla, cucharada a cucharada en forma redonda, friendo tandas de cuatro o cinco buñuelos, hasta que están bien dorados. Para evitar demasiada grasa, se escurren al sacar de la sartén, sobre una hoja de papel absorbente, antes de pasar a un fuente. Y... ¡Listo par a comer!

Como truco para el desalado, el bacalao se corta en trozos y se pone en remojo, al menos 24 horas en un recipiente con abundante agua fría, que se cambiará tres o cuatro veces. El tiempo de desalado depende de la temperatura a las que se exponga el recipiente. Cuanto más alta sea, más rápido tiene lugar.