Alitas de pollo al vino blanco

Así que no es de extrañar que esta carne sea protagonista de numerosas recetas populares en esta comunidad. Tanto de tapeo como de plato principal el pollo es un buen reclamo para una comida con la que no quedarse con hambre. Entre las muchas propuestas para cocinarlos, las alitas de pollo, son una opción fácil de hacer y muy sabrosa.

En primer lugar se lavan bien y se dejan escurrir. A continuación, se procede a salpimentar al gusto y se fríen en la sartén. Un chorro de aceite de oliva virgen y cuando estén doraditas, hay que ir dándoles la vuelta para que hagan bien por ambos lados, se sacan y se reservan. Se aprovecha la misma sartén para pochar la cebolla. Se corta en trocitos pequeños de igual forma que los ajos. Así cuando el aceite esté caliente, se agregan ambos ingredientes y a fuego medio se van dorando. En unos minutos se añade también una cucharadita de harina para espesar y se remueve.

Después, será el turno de las alitas y de agregar medio vaso de vino blanco. Con el fuego medio poco a poco el alcohol se evaporará en unos minutos y a continuación, se echa una hoja de laurel y un medio vaso de caldo de pollo. Por delante, quedará unos quince o veinte minutos más para que se vaya rebajando el caldo y listo para servir.

Se puede acompañar con guarniciones variadas desde una ensalada a unas patatas fritas pasando por un delicioso pisto.