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Menudos peinados paseaba la gente esta tarde por Valladolid. Algo nunca antes visto en una ciudad que desde fuera parece tan seria como la del Pisuerga. No eran degradados, ni el mullet que tanto se empieza a ver entre los chicos jóvenes, sino flequillos imposibles ... que parecían estalagmitas que salían de la mismísima cabeza. «Ha llegado el 'Afilalook', afilamos todo tipo de flequillos», avisaba desde la Plaza Mayor un pequeño puesto convertido en peluquería.
Segunda jornada del TAC
El espectáculo de LokoLook no mentía. Peine y un gran protagonismo de laca eran los responsables de la nueva moda que este jueves imperaba en la capital vallisoletana. Sobre el remolque de una bicicleta convertido en salón de belleza, una mujer mantenía la compostura mientras su pelo presentaba el mismo aspecto que tendría al sacar la cabeza por la ventana de un coche en marcha. Nada de solo las puntas, aquí el corte es solo de estilo 'punk'.
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El destino quiso que esa misma mujer se encontrara tiempo después en Portugalete disfrutando de un nuevo espectáculo y presumiendo de estar, por supuesto, a la ultimísima moda. Una flor decoraba su afilado peinado mientras sus ojos estaban fijos en el show de danza contemporánea de 'Esa gente'. Sobre el suelo, dos integrantes de la compañía desmostraban una gran capacidad física para hacer formas con su cuerpo, por ejemplo mantenerse en el aire sentado en los pies del otro. El tercero tocaba una gaita o una flauta, como un domador de serpientes que hacía bailar a sus compañeros al ritmo de la melodía. Un sonido casi místico el de este instrumento, que amedrentaba los oídos de los asistentes sentados en primera fila y cerca de los altavoces.
Portugalete era otra vez el epicentro de los espectáculos, donde también podíamos ver el montaje 'POI', un show con las peonzas como protagonistas y que fusionaba el circo con este juego popular pero en extinción. Los niños ya no se entretienen en la calle pensarán muchos. Pero la realidad es bien distinta. Porque había unos cuantos delante de la Antigua divirtiéndose en el 'Playscape deluxe', que mantiene durante estos días unas pelotas hinchables gigantes que hacen las delicias de los más pequeños.
Menos dulce es la situación de los 'skaters' de Valladolid, que no podían hacer sus trucos en el entorno de la Catedral. La solución era ir hasta el 'skatepark' de Rosaleda, pero allí tampoco iba a poder ser. Sobre la irregular orografía de este recinto lleno de rampas se agolpaban curiosos para ver la propuesta '¡Aquí estamos todos bien!'. También los patinadores, delatados por las heridas que mostraban en las piernas. Y porque algunos estaban claramente sentados sobre un monopatín.
Un público juvenil que acompañaba el espectáculo de la compañía Rouge Eléa, que centraba su idea en cómo vivimos despreocupados de problemas globales, véase el deshielo de los polos. Una idea que nació en la risa descontrolada de una casualidad en una noche con amigos y que reflexiona sobre las vicisitudes del presente y el significado de la existencia. Una oferta variada la que ha recorrido las calles de Valladolid en la segunda jornada del TAC 2022.
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