La originalidad vertebra las propuestas con las que se estrena el jueves en el TAC

En la mañana del jueves, los pucelanos se estremecían igual que los de antaño al verle planear sus acrobacias bajo el templete del Poniente, en un delicado espectáculo que combina el teatro de objetos, el ilusionismo, el clown y el circo y que no dejó a nadie indiferente.

El «parque de butacas» estaba hasta la bandera. Muchos jóvenes estudiantes aprovecharon su hora del bocadillo para calmar el hambre de cultura mientras saboreaban un bocata de chorizo viendo el espectáculo. Desde Palencia llegaron dos clases de sexto de primaria del colegio Ave María, acompañados de su tutor Andrés Flórez, para disfrutar del TAC vallisoletano. «Todo lo que sea aprender fuera de las aulas es muy positivo para los alumnos. Para muchos de ellos, ésta es la única oportunidad que tienen de vivir de primera mano el arte y la cultura. Así es como más aprenden», señaló este profesor poco antes de empezar la función.

La actriz Estefanía de Paz Asín relató de forma amena la historia de 'la reina del Arga', en un espectáculo que sirvió para hacer homenaje a las plañideras, hilanderas, niñeras, nodrizas, hueveras, hortelanas, sastras (y desastras) y en general a todas las mujeres y profesionales del siglo XIX. Y lo hizo poniendo en valor el trabajo de una mujer, Remigia, que quiso ser mariposa sobre el alambre.

Seguimos nuestra ruta para conocer más propuestas interesantes de teatro de calle, el de guerrilla, el de improvisación y provocación. Nos topamos en La Cúpula del Milenio con La Troupe Malabó, y su espectáculo 'Karpaty'. La escenografía por si sola ya anunciaba que algo importante estaba a punto de pasar. Cuatro actores, Marisa Ibáñez, Alba Blanco, Sergio Chaves y Xavi Castelló, salen a escena y entonces, comienzan a suceder cosas. Se esfuerzan por hacer reír al público. Y lo consiguen. ¡claro que lo consiguen! Las carcajadas y aplausos inundan la cúpula. Esta cómica obra aborda diferentes técnicas circenses con el clown como base.

El Karpaty Cirqué es un viejo circo ruso, antaño muy prestigioso, hoy en decadencia. Los artistas supervivientes de este circo son los hermanos Katie y Pavel Ushka, quienes emprenden un viaje para volver a mostrar ante el público todo su arte. En el camino encuentran a Mimushka, una joven trapecista y a Bobof, un sin techo con muchas dotes.

Los móviles y los flashes no dejaron de funcionar durante toda la actuación. Los vallisoletanos se dejaron sorprender con sus adorables y candorosas interpretaciones. Pero la adrenalina se disparó con sus imposibles acrobacias, dignas del circo más exigente. Ternura y belleza. Emoción y riesgo. Los de La Troupe Malabó encantaron a todos en su primer pase en Valladolid. «Me ha gustado mucho», señaló Nebur Frick. Y él sabe de lo que habla. Es un artista de circo (malabarista y equilibrista), actor cómico, payaso y mago de Valladolid, que pudo disfrutar del espectáculo desde la butaca. Y si él lo dice… bueno será. Este montaje cuenta en su haber con el Premio al mejor vestuario de las artes escénicas valencianas en 2021 y el Premio del Público en el V Festival Transfronterizo de Guareña. La última oportunidad para disfrutarlo en las calles de Valladolid, será hoy jueves, a las 18:30 horas.

Y si Estefanía de Paz Asín y La troupe Malabó nos habían dejado un muy buen sabor de boca, el culmen llegaba de la mano de los suizos Panorama Kino Theater, que se estrenaban en España. 15 minutos de actuación fueron más que suficientes para comprobar el arte de esta compañía a la hora de improvisar y hacer participar al público. Demostraron que la improvisación también se prepara y que el espectador se puede convertir por un ratito en un impresionante actor. Esta compañía contagió su buen humor a los viandantes con su aplaudido e hilarante espectáculo 'Pucelarama', que se puede disfrutar el jueves, viernes y sábado, de 12:00 a 13:40 y de 19:30 a 21:10 en la calle Santiago (Esquina con Plaza Zorrilla). «Panorama (Pucelarama) es una forma de ver el mundo y de invitar al público a ser parte del espectáculo», señalan los integrantes de la compañía.

«Maravilloso». «Genial». «Divertidísimo». Esos fueron algunos de los adjetivos que los improvisados actores pucelanos dedicaron a esta función nada más terminar. Todos salían felices y con ganas de repetir. «Me ha encantado», dice Beatriz Villamediana. «Este espectáculo ha sido de lo más original que he visto en el TAC de Valladolid. Lo mejor del teatro de calle es la improvisación y que el espectador forme parte del espectáculo. Nosotros hemos sido los actores y lo hemos disfrutado a lo grande», añade esta artista improvisada.