Malcolm McDowell, preotagonista 'La Naranja Mecánica'. Alberto Mingueza

Vernos

el semincero enmascarado ·

Domingo, 24 de octubre 2021, 11:21

El semincero enmascarado ha regresado, pero ha pinchado desde el primer día, abrumado ante tantas proyecciones, tantos títulos en la Sección Oficial (23: ¿piensan los programadores que los periodistas no necesitamos tiempo para escribir y los espectadores, para respirar?), tanta Espiga de Honor (siete: como ... ya se acaban los actores y realizadores, tienen que pasarse a los directores de fotografía), tanta actividad paralela como si no hubiera un mañana. O como si hubiera que compensar a lo grande la edición de circunstancias de 2020. El pobre semincero enmascarado encima se nos ha quedado atascado entre no sé sabe qué dimensiones espacio-temporales. Que alguien le salve, por favor. No ha superado el visionado de 'La naranja prohibida' en el Carrión. Demasiados espejos, demasiada muñeca rusa. Empezar una Seminci en el curtido teatro-cine está muy bien. Ver en la pantalla a espectadores y organizadores de la Seminci recordando mientras eran entrevistados hace unos meses en los mismos espacios del Carrión es lógico. Saltar a imágenes de las colas y tumultos en blanco y negro por el rocambolesco estreno de 'La naranja mecánica' en 1975 allí mismo ya es demasiado viaje en el tiempo. Y cuando se encienden las luces y en el patio de butacas actual, sin que nadie se hubiera percatado, está Álex, o sea, Malcolm McDowell, 42 años de arrugas después, ya es demasiado bucle. Pero a eso hemos venido. A viajar en el tiempo y el espacio. Y si conseguimos no marearnos, a vernos en la pantalla.

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