Ken Loach, en Valladolid. Alberto Mingueza

Seminci | Ken Loach, director

«No he conocido una extrema derecha tan peligrosa como la de hoy»

Sección Oficial ·

El director británico concursa en la 68 Seminci con 'El viejo roble'

Victoria M. Niño

Valladolid

Sábado, 28 de octubre 2023, 00:05

Le gustan los pubs, aunque están desapareciendo. «Son lugares para hablar, para escuchar rumores, para encontrarte con la gente y no deprimirte solo en casa», dice Ken Loach, que viene del café de la esquina y puntualiza «son como los bares de aquí». Un ... pub, 'El viejo roble', presta el título a su última película. Con ella vuelve a Valladolid, un festival que le ha dado dos espigas de oro, una de plata, otra de honor. Por eso ha sido recibido con un espontáneo aplauso, por eso le para la gente para hacerse fotos a este hombre menudo de 87 años que sigue mirando al mundo tras una cámara y lo cuenta con su característico realismo social.

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Forjado en el teatro y en la televisión, su larga filmografía tiene el texto como cimiento fundamental. «Lo primero es el guion y después quién puede hacerlo realidad, los personajes con los que querrás llorar, vivir o reír. Ahí los directores como yo tenemos libertad absoluta para buscar a las personas adecuadas sin estar condicionado por ningún nombre», explica Loach. Por esos sus elencos son tan variopintos y suman profesionales de la comedia y actores sin experiencia. En 'El viejo roble' «hay un personaje crucial, Chris, que lo encarna un profesional como Trevor Fox. Pero por ejemplo el protagonista, Dave Tuner, fue bombero y también regentó un pub, se nota que sabe tirar las pintas».

Ebla Mari, la joven siria Yara, es una actriz profesional de Oriente Medio. «Al final son todos un equipo, forman una comunidad en la que a todos se les trata por igual en el rodaje. La película nos ha permitido hablar con mucha gente, conocer sus historias de emigrantes que han visto cómo destruían sus casa, cuentan historias horribles como las que vemos en las noticias de Gaza. Las atrocidades de Israel son igual de repulsivas que las de Gaza, ambas partes están equivocadas».

Colonización audiovisual

El tímido Loach se desinhibe en cuanto comienza a desarrollar su tesis. Aunque antes de nada, tiene palabras para los anfitriones. «Los festivales son más importantes que nunca porque las salas de nuestro país están dominadas por películas comerciales de EEUU. Hace poco ha habido una huelga de guionistas que paralizó la industria americana y nos demostró que estamos colonizados por ella. Eso no puede ser. Nosotros no tenemos una industria fuerte e independiente que cuente nuestras historias desde la diversidad de la perspectiva europea, necesitamos una iniciativa política que la empuje», dice. Lleva décadas alertando de esto a la vez que va estrenando películas, sumando sellos a los títulos de crédito y siendo reconocido en los festivales europeos.

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«Las salas de nuestro país están dominadas por películas comerciales de EE UU»

Prefiere la primera persona del plural a la del singular y aunque no ha filmado memoria alguna, en este 'viejo roble' hay un pequeño homenaje a su padre minero. Los directores de orquesta mueren en el podio ¿pasa lo mismo en el cine? Ken sonríe, reconoce que «es fácil pensar, hablar, especular, pero la realidad es que dirigir exige un esfuerzo físico y mental. Sé que los años pasan, que tengo menos fuerza, pero de momento aquí seguimos».

De emigración, de racismo, solidaridad y esperanza habla su última película. Miembro del Partido Laborista hasta 2021, referencia moral para la izquierda de su país, no ha querido en esta ocasión empezar por la política. «Para ver cómo se desarrolla el racismo hay que estudiar las semillas de hostilidad que crecen en una comunidad sin esperanza, sin trabajo, en la que cierran los comercios y pierden valor las cosas. No tienen futuro y en esa desesperanza entra la extrema derecha. En seguida se culpa a los emigrantes, se dice que estamos peor por ellos, en vez de ver el conjunto y analizar las causas reales», explica el director. «Eso explica la película, no es un discurso político, sino que refleja que hay buena gente susceptible de sufrir racismo. La esperanza es política y reside en la solidaridad, si reconocemos lo que compartimos seres fuertes y podremos recorrer el camino para salir de ahí. Necesitamos un liderazgo político para seguir esa senda».

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Cambio climático en cartera

Nacido en 1936 ha sido testigo de la historia contemporánea de Europa. «Espero que mis últimas tres películas aporten una imagen del mundo en el que vivimos, que pueden parecer historias locales, pero que existen en el resto de Europa». Para Loach el «ascenso de la extrema derecha» es el momento «más peligroso» que ha visto en toda su vida. «No puedo recordar un momento en la historia en el que la extrema derecha fuese tan fuerte como ahora», aseguró. Precisamente los mismos que criminalizan a los emigrantes «niegan el cambio climático probado científicamente», añade Paul Laverty, su guionista y su mano derecha que le acompaña siempre. Preguntado si está escribiendo sobre el cambio climático, lo considera como cualquier tema de actualidad, «un reto cinematográfico, que reside en cómo convertirlo en una historia que llegue a la gente».

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