El escritor segoviano Luis Marigómez. Rodrigo Jiménez

Luis Marigómez, escritor

«Hasta en las memorias hay construcción, no te puedes fiar»

El filólogo segoviano reúne en 'Vaivén' relatos y una novela corta escritos a lo largo de cuatro décadas

Victoria M. Niño

Valladolid

Lunes, 18 de noviembre 2024, 07:12

«Tener amigos escritores es una bendición, aprendo de ellos, de lo que hacen y de lo que leen», afirma raudo Marigómez cuando se le pregunta por si esa circunstancia inhibe o desinhibe la escritura. Alguno de los relatos de 'Vaivén' (Castilla Ediciones) fueron publicados ... en la revista 'Un ángel más', de la que formaba parte junto a Gustavo Martín Garzo, Miguel Casado, Esperanza Ortega, Olvido García Valdés, entre otros. Precisamente Garzo le animó a recuperar la novela corta 'Señorita', y así lo hizo.

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«'Vaivén' tiene tres partes muy distintas que se han ido haciendo con los años. Una primera de relatos expresionistas sobre la rabia y la desesperación, de personajes que no soportan el mundo; una segunda que es una novela contada con cinco voces, y una tercera de relatos más recientes de componente autobiográfico», explica Luis Marigómez, colaborador del suplemento La sombra del ciprés, de este diario.

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'Señorita' cuenta la historia de una joven maestra que estrena destino en un pueblo costero, en los tiempos en los que los profesionales foráneos pasan a ser parte de la comunidad. «Cuenta una desgracia desde cinco puntos de vista de los protagonistas, todos culpables por acción u omisión. En el fondo es una historia que habla de cómo gestionar los deseos».

Menos cortina que la ficción

Tono bien distinto al paródico del comienzo, que enlaza con un humor más blanco del final. «Escribes para ti mismo en primer lugar», confiesa quien procura que «lo inmediato, la actualidad, no tenga reflejo de espejo en mi relato. Trato de ir a lo sustancial. En mis poemas hablo de animales y plantas». En esa sustancia entra ya su circunstancia. «Supongo que tiene relación con la edad. A los 67 años ya calculo que me pueden quedar 10 o 15 años y me pregunto qué quiero hacer con ellos».

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Ha labrado cuidadosamente el terreno de la ficción sin ataduras geográficas, sin nombres propios a veces. Sin embargo sus últimos textos evocan su coche, sus viajes, su familia, sus lugares, algún rastro de la «distópica pandemia».

«Es otro territorio de la escritura, con menos cortina de la que tiene la ficción, aunque no te puedes fiar. La narración es siempre construcción y esa forma con la que explicamos la realidad es el motor para explorar lo de alrededor y lo que tiene uno dentro de sí. Esa manera de organizado, de darlo una unidad, nos distingue».

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No sigue las modas –«estoy leyendo a Dante», aclara– por lo que no da más importancia a la emergente autoficción que «en vez de salir a pescar fuera, lo haces en casa». Aunque sí apunta «la escasa tradición memorialística en las letras españolas», en pro de una más «literatura confesional».

Aunque comenzó escribiendo poesía, el también fotógrafo se sintió siempre más narrador. Ahora ultima un ensayo para la colección 'De la belleza', que dirige Martín Garzo para la editorial leonesa Eolas. «Será sobre la belleza de lo que hay y lo que no hay, me he retrasado un poco, comencé hace dos años».

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