Arturo Valls: «Se sigue pudiendo bromear sobre todo, pero con sentido común»

P: ¿Qué pone Arturo Valls en los documentos oficiales cuando tiene que rellenar la casilla «Oficio»?

R: Vedette.

P: ¿Es molesto que esperen de usted que sea gracioso todo el tiempo?

R: La verdad es que es una cruz a veces. Cuando uno deja su espacio más profesional y está más en su entorno personal, en ocasiones resulta complicado mostrar a la persona que se espera ver- Se puede llegar a dar una confusión entre la persona y el personaje.

P: ¿Es este país para cómicos?

R: Yo diría que sí, que hay un buen caldo de cultivo, y que nuestra idiosincrasia y nuestra manera de ser viene bien a la comedia.

P: ¿De qué se ríe Arturo Valls?

R: De todo, prácticamente. Es muy conveniente quitarle hierro a la vida y mirarla a través del humor.

P: ¿Y sobre qué no bromearía nunca?

R: Pues… prácticamente de nada. Es un argumento manido, pero realmente ayuda a superar muchas veces un duelo, un conflicto; le pone perspectiva y le quita hierro. Es muy conveniente la mayoría de las veces.

P: ¿Qué es lo último que le hizo llorar de risa?

R: Una declaración de Marian Rajoy, que la clase política nos va a quitar el puesto ya con tanta declaración de 'stand-up'.

P: ¿Nos tomamos el humor demasiado en serio?

R: Diría que no, al revés; la gente piensa que el humor es algo menos importante que lo solemne.

P: ¿Es el humor buena arma para seducir?

R: Siempre, ya los primeros homínidos trabajaban la sonrisa y el humor para alertar de amenazas. La pareja buscaba que este tuviera la capacidad de alertar y relajar, son síntomas de inteligencia.

P: ¿Planea sobre el humor la sombra de la cancelación?

R: Está a la orden del día. Claro que hay que andar con ojos, no estoy a favor de la arqueiología del humor, que alguien hiciera un tuit de broma en un contexto hace años. Pero sí que creo que conviene estar alerta con lo que se bromea. Esto de «ya no se puede bromear de nada…»; sí que se puede bromear de todo, pero con sentido común y con conciencia de lo que se está diciendo; no solo para tocar las narices, sino para ayudar a entender según qué cosas.

P: ¿Sufre o disfruta haciendo humor?

R: Disfruto, es una cosa innata tener la posibilidad de cambiar la energía en una sala o una cena, no se puede hacer más que disfrutar.