Castilla y León

Los trabajadores denuncian que el 16% de la plantilla médica de Emergencias está de baja

«El nivel de ansiedad, estrés y sobrecarga laboral es tal, unido a la falta de reconocimiento y de ordenación, que las incapacidades por enfermedad, especialmente por problemas emocionales y psicológicos, son muy superiores a las de otros profesionales y en los últimos tiempos son alarmantes», destacan Marta Vian y Rosa López, portavoces del sector sanitario de UGT.

Los datos recabados sede a sede por el sindicato y los propios afectados indican que hay actualmente, a fecha de este 13 de junio, un déficit de 24 médicos de una plantilla de 157, es decir, el 16% está de baja laboral y 9 de 175 enfermeros, el 4,5% de vacíos. La inmensa mayoría están ausentes por incapacidad temporal pero hay también casos de cese, de facultativos que han decidido cambiar de trabajo y buscarse una plaza en un entorno más amable como un centro de salud o urgencias de puerta hospitalaria donde la carencia de personal en Castilla y León, y fuera de ella, es tal que encontrarán trabajo sin problemas. También en la privada.

El problema no solamente radica en las peculiaridades de estos puestos de trabajo sino en que «al haber tanta falta de personal les toque sustituirse entre ellos, es decir, hacer dobles turnos y a demás de forma muy frecuente. Y, junto a ello, también sufren la denegación de permisos o de vacaciones en las fechas solicitadas.

Por poner algunos ejemplos, en el centro coordinador de urgencias (CCU) hay cinco menos; en La Bañeza, dos de baja y el de Puebla de Sanabria o en Segovia han optado por el cese; pero hay 16 bases, además del centro de coordinación, con incidencias en este sentido.

Entre los últimos casos apuntan al de un médico al «que la han denegado el permiso por el ingreso de su padre. Alegan que no han encontrado sustituto a través del sistema de SMS (cuando algún profesional no puede trabajar, otro debe ofrecerse a doblar turno voluntariamente respondiendo a un mensaje) y argumentan necesidades de servicio para rechazar su solicitud; pero en el caso de hospitalización de un familiar esto es un derecho, no puede negarse y lo que hay es falta de profesionales no necesidades de servicios», señalan estas portavoces de UGT.

Desautorizar permisos y vacaciones siempre con el motivo de: «No encontrar sustituto» es habitual en este servicio. Es más, apuntan ambas sindicalistas, «últimamente es más que habitual, un par de veces al mes, que tengan que poner en marcha el mecanismo de contingencia. Cuando no hay un mínimo de dos médicos y dos enfermeros para cubrir el centro coordinador, incluso aunque quede un profesional de cada categoría, se dispara este dispositivo para garantizar la atención; pero consiste en que sea el operador general, el que coge primero el teléfono para cualquier tipo de emergencia sea policial, de incendios... el que en vez de pasar la llamada al personal sanitario la atiende él directamente. Se supone que debería ser un dispositivo solamente para necesidades muy extremas y muy anecdóticas pero se ha convertido en algo muy habitual, demasiado frecuente», apuntan.

Sacyl señala que, en la actualidad, «la Gerencia de Emergencias sanitarias tiene nueve personas en Incapacidad Temporal y cinco plazas vacantes». Además, apunta, la previsión es la de realizar «cuatro nuevos contratos, tres se incorporarán desde el día el 1 de julio y uno el 15 de agosto». Asimismo indica la Consejería de Sanidad que «todas las ausencias por baja laboral o por plazas vacantes están cubiertas por personal de emergencias sanitarias».

Asimismo trabaja en regular la movilidad interna para que, de forma voluntaria, cuando una UME se queda sin personal pueda reducirse la de otra de otra zona y 'compartir' profesionales.

A este respecto, UGT destaca que «la forma que tiene Sacyl de cubrir las ausencias sean por enfermedad o por otra causa es doblando turnos y este tipo de incapacidad temporal suele ser además más bien larga, por eso activan contingencias y cambian turnos...», destaca esta central sindical.

UGT no descarta llevar al juzgado algunos de estos asuntos y, en particular, la denegación de permiso por ingreso de un familiar y similares que «son un derecho», insisten.