El caso Requejo explota: Ciudadanos le pide el acta

Requejo ha asegurado que intentó negociar con los rectores de Ciudadanos, a quienes agradeció su interés por llegar a un acuerdo, pero no estaba dispuesto a perder la oportunidad de encabezar la lista de Zamora Sí y, como ya había dicho, no podía pertenecer a dos partidos. Porque Requejo no planteaba una coalición Ciudadanos-Zamora Sí con él como cabeza de lista desde Ciudadanos. Requejo quería liderar su nuevo partido político e integrar lo que quedara de Ciudadanos, según algunas fuentes para evitar que la formación naranja pudiera presentar otra papeleta el 28 de mayo que le restara algún voto. «Ellos lo han intentado hasta el final e, incluso, integrarse, que desapareciese la estructura de Ciudadanos en la provincia e integrarse en Zamora Sí, pero había una línea roja que era que yo, personalmente, quería encabezar la candidatura de Zamora Sí y, lógicamente, yo no podía estar afiliado a Ciudadanos».

Esa «integración» de Ciudadanos en Zamora Sí, que en realidad era una absorción que borraba del mapa a los naranjas, parece no haber sentado muy bien en Madrid. No era lo que, en palabras de Gemma Villarroel, presidenta autonómica de Ciudadanos, tenía su partido en mente. «El partido ha estado negociando con Requejo en una fórmula que, manteniéndose bajo las siglas de Ciudadanos, permitiese aunar fuerzas en torno a un espectro político de centro y práctico, que luchase por los intereses de Zamora como zona castigada del Oeste que es. Finalmente, no ha podido ser».

Villarroel ha culpado en parte del fracaso de las negociaciones a «tanto ruido» alrededor de la negociación. «Por puro desconocimiento de las gestiones orgánicas que se estaban llevando a cabo», ha señalado. Una frase que se puede entender como otro pullazo para Francisco Igea, que había denunciado esta situación al Comité de Garantías de su partido. El procurador en las Cortes se la devolvía a la presidenta autonómica sin ambages: «Hay presidentas autonómicas que se presentan al Ayuntamiento y la Comunidad, y hay gente que no se siente capacitada, y lo mejor es dejar paso a quien más fuerza tiene», explicó tras la Junta de Portavoces, según Ical.

Ha pedido a Requejo que deje su acta, igual que a Martín Fernández Antolín, ya ex portavoz del grupo municipal de Ciudadanos en Valladolid. Ninguno de los dos lo va a hacer. Fernández Antolín seguirá como concejal no adscrito y mantendrá la presidencia de la Comisión Especial de Sugerencias y Reclamaciones. Requejo ha señalado en su comparecencia que no la devolverá. «Creo que me he ganado el acta con mi trabajo. El partido está en su derecho, yo lo entiendo, pero yo también estoy en mi derecho de quedarme con el acta», argumentó.

Hay un matiz entre ambas situaciones, sin embargo. Requejo llegó a la presidencia de la Diputación después de haber obtenido un puesto de concejal en el Ayuntamiento de Zamora y gracias al pacto general entre PP y Ciudadanos, por el que los dos partidos se repartieron alcaldías (Palencia para Cs), diputaciones (Zamora para Cs y Valladolid para el PP) y acordaron el Gobierno de coalición en la Junta. El puesto de la Diputación no se obtiene por voto directo de los electores, al contrario de lo que ocurre con Martín Fernández, que sí encabezaba la lista de Ciudadanos por Valladolid.

En Valladolid, mientras tanto, la asamblea de Ciudadanos decidió trasladar a Madrid su candidatura para optar a la Alcaldía de la capital. Será Pablo Vicente, concejal en el Ayuntamiento, quien ocupe los carteles electorales de la formación. Nacido en 1988, obtuvo la doble licenciatura en Derecho y Administración y Dirección de Empresas por la Universidad de Valladolid (2012) y cursó un máster en Nueva York sobre banca, corporaciones y leyes financieras. Es concejal desde 2019.