Renault refuerza sus híbridos españoles mientras la competencia anuncia eléctricos

Esta estrategia ha quedado ratificada con los planes industriales que han sido presentados al Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) del Vehículo Eléctrico y Conectado II. Después de que los competidores de Renault hayan comunicado que prevén construir milmillonarias plantas de baterías en Cataluña y la C. Valenciana (con Valladolid como el emplazamiento escogido por la eslovaca InoBat para su fábrica de celdas eléctricas), Renault España ha presentado un plan que se centra en el ensamblaje de baterías.

El Grupo Renault, cuya división de vehículos eléctricos, Ampere, desarrolla todas su actividad en las factorías francesas, no cierra ninguna puerta, pero a un plazo más largo. En una entrevista en La Vanguardia, Josep Maria Recasens, CEO del fabricante francés en España y director de Operaciones de Ampere, afirmaba que Renault quiere fabricar un millón de coches eléctricos en 2030 y cuenta con una capacidad industrial en Francia para hacer unos 600.000: «Hay que encontrar quién hará los otros 400.000».

El Plan Industrial 2021-2024 denominado Renaulution España, situaba en las fábricas de la comunidad el Polo de Hibridación del grupo a la vez que adjudicaba a Palencia tres vehículos de los segmentos C y D SUV; así como dos coches nuevos de los segmentos B SUV y B+ SUV para Montaje de Valladolid. También una nueva familia de motores para Valladolid y dos cajas de velocidades para Sevilla.

De manera paralela, Renault ha colocado sobre la mesa su apuesta por seguir desarrollando motores de combustión de bajas emisiones con su alianza con el Grupo Geely, el fabricante originario de China con el que ha creado Horse, a donde ha derivado la planta de Motores, la de Sevilla y buena parte de la I+D+i.

A día de hoy, la marca del rombo fabrica en Villamuriel de Cerrato las versiones híbridas del Austral E-Tech, ya a la venta, así como las del Espace, en fase de pedidos, y del coupé Rafale, que será presentado el año próximo. El ciclo de vida del Mégane de combustión que sale de Palencia terminará, según se anunció, este mismo año. Las instalaciones vallisoletanas ya tienen en fase de pruebas el próximo Captur, que crecerá de tamaño con respecto al existente. El SUV urbano que se monta en la plataforma B comparte en la actualidad su producción con el ASX de Mitsubishi.

Los dos proyectos presentados por Renault España al PERTE VEC II consisten en inversiones en las fábricas de Valladolid y Palencia para el ensamblaje de baterías para coches eléctricos (no híbridos). Las ayudas llegarán a ambas factorías a razón de 1,7 millones en cada una. El presupuesto del fabricante para estos proyectos es de un total de 17,2 millones repartidos a partes iguales.

La competencia va, mientras, presentando sus planes eléctricos para España. El Grupo Volkswagen fue el primero en anunciar la instalación de una gigafactoría de baterías en España, en concreto en Sagunto (Valencia), donde ya han comenzado las obras. La inversión supera los 3.000 millones y las previsiones del fabricante germano pasan por fabricar celdas destinadas las plantas de Landaben (Navarra) y Martorell (Barcelona), donde se fabricarán modelos eléctricos en los que se ensamblarán las baterías.

Por su parte la estadounidense Ford ha confirmado la puesta en marcha de un proyecto de baterías, en este caso de ensamblaje, que se ubicará en la planta de Almussafes (Valencia). Tiene preasignados 38 millones de euros del segundo plan de ayudas, para un presupuesto financiable de 188 millones, dentro de un impulso a la cadena de valor del vehículo eléctrico y conectado dotado con un total de 850 millones.

En cuanto a Stellantis (que engloba, entre otras, las marcas Fiat, Peugeot, Citroën y Opel) todavía no ha anunciado de forma oficial la sede de su fábrica europea de baterías, si bien la de Figueruelas (Zaragoza) lleva meses trabajando en su electrificación y algunas fuentes dan por hecho que albergará un proyecto de cerca de 3.000 millones de euros.

Por otro lado, han optado también a ayudas del PERTE VEC II el fabricante chino Envisión, que construirá una gigafábrica de baterías para coches eléctricos en el municipio cacereño de Navalmoral de la Mata para la que ha solicitado préstamos y subvención por valor de 300 millones; así como InoBat, que a falta del anuncio definitivo aspira a obtener 120 millones para levantar una fábrica en Valladolid asociada al fabricante chino Gotion. Asimismo, la surcoreana Hyundai hacía público este verano que instalará una fábrica de ensamblaje de baterías en Navarra para servir a la planta de Volkswagen.

En la actualidad, Stellantis es el único constructor que produce turismos 100% eléctricos en todas sus plantas españolas. En 2022 salieron de sus tres líneas de montaje 112.768 turismos y vehículos comerciales de cero emisiones. Se trata de los modelos Citroën ë-C4 y ë-C4 X en el Centro de Madrid, el Opel Corsa-e en la planta de Zaragoza y el Peugeot e-2008, junto a los comerciales Citroën ë-Berlingo/ë-Berlingo VAN, Fiat e-Doblò/Doblò Van eléctrico, Opel Combo-e Life/Combo-e Cargo y Peugeot e-Partner/e-Rifter, en el Centro de Vigo.

Volkswagen presentó el pasado marzo el prototipo de su primer compacto 100% eléctrico fabricado en España, denominado ID.2all, un cruce entre el Golf y el Polo que espera poner a la venta en 2025 por unos 25.000 euros y que cuenta con una autonomía de 450 kilómetros. El grupo alemán ya ha confirmado que producirá en España vehículos eléctricos de las marcas Skoda, Volkswagen y Cupra. En Navarra ensamblará modelos SUV; mientras que en Martorell (Barcelona) montará el Cupra Raval, que se lanzará en 2025.

Algo menos claros están los planes de Ford para sus instalaciones de Almussafes. La marca comunicó hace algunos meses que la factoría valenciana recibirá la asignación e tres eléctricos, aunque sin concretar mucho más. Tras firmar con los sindicatos un Acuerdo para la Electrificación en 2022, ha retrasado el lanzamiento de nuevos modelos, como el Explorer, y retirado del mercado otros como el S-Max. Las especulaciones hablan de que los cambios no serán hasta, al menos 2025, con una posible variante eléctrica del Mustang Mach-e, un sustituto para el Kuga y otro modelo urbano.

Con mayor o menor grado de preocupación, los sindicatos de Renault España esperan que el fabricante francés mueva ficha y contemple la fabricación de eléctricos en Valladolid y Palencia. Desde UGT y CCOO han manifestado que los trabajadores españoles están preparados para asumir este reto, al contar con «saber hacer, calidad y experiencia». Recuerdan que las instalaciones vallisoletanas fueron pioneras dentro el grupo en el montaje de un vehículo 100% eléctrico, el Twizy, además de que llevan años ensamblando baterías para híbridos. Esperan, así, la adjudicación de un eléctrico en un futuro no muy lejano como garantía de carga de trabajo más allá del plan industrial en vigor.

Las cosas, sin embargo, no pintan bien en opinión de la CGT, que cree que mientras otras multinacionales impulsan sus inversiones, Renault va a la deriva en unos tiempos «en los que las nuevas tecnologías como el coche eléctrico serán la base fundamental del presente y futuro del sector y de sus plantillas». «Cuando tienen que invertir para estar capacitados en traer más carga de trabajo y optar a proyectos como la construcción de baterías no hacen más que dejar pasar oportunidades para que sean otras multinacionales las que produzcan las celdas», lamentan.