Castilla y León necesita donantes de médula ósea para salvar 20 vidas anuales

Los buenos datos de la comunidad no son sin embargo suficientes, nunca lo son. Y en particular en médula ósea donde las carencias son importantes. Lo son en toda España. Y es que la posibilidad de encontrar un donante de médula compatible es de una entre cuatro mil. Y tres de cada cuatro pacientes que necesitan un trasplante de médula (de progenitores hematopoyéticos), no encuentran un familiar compatible.

Explica el coordinador de trasplantes de Castilla y León, el doctor Pablo Ucio Mingo, que cuando «un paciente precisa de este tipo de trasplante, si hay un familiar compatible suele ser la mejor opción, pero de no ser así hay que recurrir al registro de donantes REDMO, que comienza por buscar en la propia comunidad, en toda España y en todo el mundo, una donación compatible. Cuantos más haya, más opciones tienen estos pacientes que sufren enfermedades muy graves, leucemias y otras neoplasias hematológicas y algunas patologías raras. Su vida depende de esto pero la gente no sabe lo que es y tiene miedos infundados».

Explica que darse de alta es muy fácil: «en el Portal de Salud de Sacyl se busca 'donar médula' y te apuntas en un fichero. En estos casos la compatibilidad es importantísima, a diferencia de en los órganos que admiten más problemas y pueden tratarse los rechazos. En la médula tiene que ser muy parecida porque sino las nuevas células trasplantadas toman al cuerpo del receptor como extraño y puede ser gravísimo. De ahí, la necesidad de una altísima compatibilidad y de contar con muchos donantes. El objetivo nacional era para 2022 alcanzar el medio millón; pero se ha quedado en 460.000 y en Castilla y León ha caído muchísimo. La comunidad solo aporta 25.445 donantes al registro nacional. Fundamentalmente porque los criterios se han restringido a edades de entre 18 y 40 años y la comunidad es un territorio muy envejecido.

Pero el proceso es fácil, cuando una persona se apunta en el portal, Sacyl le manda una torunda, una pelota de algodón sobre un palito con instrucciones para recoger su muestra en la boca, bien pasada por las encías... como se ve en las películas. Es indoloro y fácil. También firmará un consentimiento informado». Esta información permite realizar el tipaje del donante y que figure en el registro; aunque, llegado el momento, «se realizan nuevas pruebas porque a veces pasan muchos años, puede haber cambiado su estado de salud y siempre puede negarse a someterse a ello. REDMO busca si es necesario en cualquier parte del mundo para cualquier lugar. Cuando se encuentra, la compatibilidad debe ser del 80% al 85% pero es más fácil que lo sea cuando más en común tengan el receptor y el donante, los antígenos tienen que ver con las etnias por eso es más fácil encontrar semejanzas dentro del propio país y lo idóneo es incrementar la base de datos de aquí».

Todas las células tienen en su superficie una serie de proteínas, denominadas antígenos leucocitarios humanos (o antígenos HLA de las siglas inglesas) que las diferencian de las de otro organismo. Los linfocitos de la sangre tienen la capacidad de detectar la presencia de células con antígenos HLA distintos a los suyos y destruirlas. Este mecanismo de defensa es responsable del rechazo de órganos y de injertos cuando se efectúan trasplantes entre personas incompatibles.

«En Castilla y León es baja, mucho y cada vez más y además no es algo con una cadencia adecuada y una participación mensual similar, sino que determinados eventos, noticias que salen en los medios sobre la necesidad de un niño grave, por ejemplo, disparan la oferta y de pronto hay tantos que no hay ni capacidad para clasificarlos, analizarlos y procesarlos y, desde luego, no a tiempo de salvar esa vida en concreto porque cuando se quiere gestionar todo ese volumen, como pasó el año pasado con un enfermo de Salamanca, y se pone en marcha el tratamiento se llega tarde. Provocó más de 1.500 donantes en solo diciembre», explica el responsable autonómico.

El otro miedo «por desconocimiento es la extracción en si, si es que llega el momento. Casi siempre, en el 75% de los casos, simplemente se extrae sangre. Primero se prepara al donante con unas inyecciones con medicación y, eso sí, en vez del cuarto de hora que supone una donación normal, esta es más larga, de dos o tres horas. Y sólo en contadas ocasiones hay que hacer una punción, suele hacerse con anestesia general para que el donante esté más tranquilo, y se le pincha el hueso, en la pelvis, y alguna vez deja molestias dos o tres días, no mayores que las de una caída. Y esto salva vidas y generalmente de jóvenes y niños».

Los trasplantes de médula, repasa el doctor Ucio, pueden ser de tres tipos: Autólogo, cuando las células madre provienen del propio enfermo y se realiza un autotrasplante tras haberlas sacado, tratado con quimioterapia al paciente y vuelto a cargar. Si es factible –depende de la patología– y funciona es lo mejor claro. Los hospitales de León, Clínico de Salamanca y Río Hortega de Valladold son los que lo practican. También pueden ser alogénico de un familiar en busca de mayor compatibilidad. Lo hace el Río Hortega –6 en 2022– y Salamanca –43 el año pasado– o, por último, con donante no emparentado, que se realizan una veintena al año. Estos son los que dependen del registro y solamente el complejo asistencial charro los practica, también para Extremadura. Son casos que tendrían una mortalidad muy alta. «En general se realizan una veintena al año, que salvan, o lo intentan, vidas. En 2015 se alcanzó el mayor número, 35».

El año pasado se realizaron en total 199 trasplantes de órganos en los hospitales públicos de la comunidad, la donación de órganos se coordina a nivel nacional, por eso no todos los órganos generados en la misma se utilizan en ella.

La actividad trasplantadora registrada en los doce meses de 2022 indica que se han realizado 137 implantes renales, correspondiendo 65 al Complejo Asistencial de Salamanca y 72 al Hospital Clínico de Valladolid. El centro charro ha realizado, además, 8 trasplantes renales de vivo y cruzado y otros 8 de páncreas-riñón. El balance de la Coordinación de Trasplantes de la Junta de Castilla y León refleja también la realización de 33 injertos hepáticos en el Hospital Universitario Río Hortega mientras que el Clínico de Valladolid ha llevado a cabo 13 trasplantes cardiacos.

Otro bloque de actividad se refiere a las córneas implantadas, que han sumado 136 entre enero y diciembre del año pasado.