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El plan estratégico de Renault para 2020-2025 «es una oportunidad para las factorías españolas y todo el ecosistema de proveedores», aseguró el consejero delegado de Renault, Luca de Meo, quien matizó que el futuro dependerá de la competitividad de las fábricas y la negociación ... con los representantes de los trabajadores. El directivo italiano pretende que el fabricante de automoción se convierta en una marca de tecnología, energías limpias y servicios para la nuevas formas de movilidad. De Meo elevó el recorte de gastos a 3.000 millones de euros –600 euros por vehículo– en un plazo de cinco años por la menor producción.
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«En España, Renault es fuerte y competitiva y tenemos una gran capacidad de producción. Muchos de los coches que se lanzarán en los próximos años pueden montarse en las plataformas de las fábricas españolas, pero todavía tenemos muchos aspectos que negociar con todas las partes implicadas», dijo De Meo, quien insistió en que, como punto de partida, el plan es «bueno para España».
«José Vicente de los Mozos está trabajando para incrementar la competitividad y la factorías tienen mucho potencial con respecto a los nuevos productos. Queremos construir un futuro en positivo y no anticipar recortes en los que ni siquiera estamos pensando ahora. Este es mi mensaje para España, un país que por cierto me gusta mucho», añadió.
Según dejó claro, su estrategia no incluye reducciones de empleo adicionales a las anunciadas en 2020. «No es ese nuestro punto de partida. Somos una empresa que quiere crear valor, también desde el punto de vista de los trabajadores», aseveró.
El plan de Luca de Meo para relanzar Renault contempla la producción de menos coches más rentables, para lo que prevé apostar por el segmento C –en el que se enmarca el Mégane–, que aporta un 30% más de beneficios que el B –donde está el Clio–, que es actualmente el de mayor ventas del fabricante. Renault se da tres años para recuperarse y dos para renovar su gama para abrazar la tecnología y la nueva movilidad en 2025.
La marca reducirá su capacidad industrial de cuatro millones de unidades en 2019 a 3,1 millones en 2025, dentro de un programa que se divide en tres fases. La 'Resurrección', que se extenderá hasta 2023, se concentrará en recuperar el margen y generar liquidez; la fase 'Renovación', hasta 2025, abordará el enriquecimiento de las gamas, contribuyendo a la rentabilidad de las marcas; mientras que la 'Revolución', a partir de 2025, dirigirá el modelo económico del grupo hacia la tecnología, la energía y la movilidad.
En una estrategia que ha bautizado 'Nouvelle Vague', Renault quiere pasar de ser un fabricante convencional a convertirse en una marca de tecnología, servicios y energía limpia. Antes de 2025, lanzará 14 vehículos, de los que siete serán totalmente eléctricos y los otros siete formarán parte de los segmentos C/D. Todos los nuevos modelos contarán con una versión eléctrica o híbrida.
El plan 'Renaulution' busca mejorar la eficiencia de la ingeniería y la producción, para reducir los costes fijos y mejorar los costes variables en todo el mundo, mediante el aprovechamiento de las fortalezas industriales actuales de la empresa y su liderazgo eléctrico en Europa, así como con el apoyo de la Alianza con Nissan y Mitsubishi.
El deseo del CEO es que la empresa deje de medir su rendimiento a través de la participación de cuotas de mercados y ventas, sino a través de la rentabilidad, la generación de liquidez y la eficiencia de las inversiones.
«El plan Renaulution consiste en orientar a toda la empresa del volumen al valor –explicó De Meo–. Más que un cambio radical, se trata de una profunda transformación de nuestro modelo de negocio. Hemos simplificado nuestras operaciones, comenzando con la ingeniería, ajustando nuestro tamaño cuando era necesario, reasignando nuestros recursos a productos y tecnologías de alto potencial. Esta mayor eficiencia impulsará nuestra futura gama de productos: tecnológicos, electrificados y competitivos. Pasaremos de ser una empresa automovilística que utiliza tecnología a ser una empresa de tecnología que utiliza automóviles, donde al menos el 20% de los ingresos provendrán de servicios de datos y comercio de energía para 2030».
Entre las novedades anunciadas por el CEO de Renault está la «racionalización» de las plataformas de seis a tres (con el 80% de los volúmenes del grupo en tres plataformas de la Alianza) y de los grupos motopropulsores (de ocho a cuatro familias).
Por otro lado, Renault orientará su presencia internacional hacia mercados de alto margen, en particular en Latinoamérica, India y Corea, y aprovechará su competitividad en España, Marruecos, Rumanía y Turquía, creando más sinergias con Rusia.
La idea del CEO italiano es establecer una «estricta disciplina en términos de costes», tanto fijos como variables. La reducción de costes fijos del plan 2022 se ha completado de forma temprana y ampliado hasta 2023 para alcanzar los 2.500 millones de euros, con el objetivo de llegar a los 3.000 millones para 2025.
La firma tiene la intención de reducir sus inversiones y gastos en investigación y desarrollo desde alrededor del 10% de su facturación a menos del 8% de la misma en 2025.
El alcalde de Valladolid, Óscar Puente, se felicitó por que la situación de las plantas de Renault en Valladolid y Palencia sea, en su opinión, «muy buena» y añadió que no ve «temores serios». Puente espera reunirse la semana próxima con De los Mozos.
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Ángel Blanco Escalona
«Cada vez hay más gente que no quiere comprarse un coche sino hacer un 'leasing', compartirlo o pagar por el vehículo solo cuando lo utilizan. No podemos quedarnos esperando a que la gente cumpla 55 años para que puedan permitirse comprar un coche; eso es el pasado», explicó Clotilde Delbos, responsable financiera de Renault. Delbos es también directora general de Mobilize, la nueva empresa de Renault para ofrecer servicios de movilidad, energía y datos a las marcas asociadas. Sus metas: acortar la distancia entre la utilización y el coste de un vehículo en un momento en que los coches se quedan inutilizados el 90% del tiempo; mejorar el valor residual del automóvil y contribuir al objetivo de cero huella de CO2.
a moda retro no tiene fronteras y Renault quiere aprovecharse del tirón de sus 'clásicos', reconectar con sus raíces e inspirarse en sus épocas gloriosas para seducir al público. Su primera 'herramienta' para lograr este objetivo será el nuevo Renault 5, con el que el fabricante pretende «democratizar el vehículo eléctrico en Europa». Aún es fase de prototipo y sin fábrica adjudicada, la versión moderna de este popular automóvil es «un urbano compacto que rebosa estilo y conducirá al futuro uno de los iconos atemporales de Renault, incorporando un toque de modernidad 100% eléctrico», señala la marca. El equipo de diseño se ha inspirado en tan emblemático modelo del patrimonio automovilístico y ha replicado las grandes líneas de su diseño original. «El prototipo de Renault se basa en el R-5, modelo de culto que forma parte de nuestro patrimonio –explicó Gilles Vidal, director de diseño de Renault–. Este prototipo representa, simplemente, la modernidad: urbano, eléctrico y atractivo». De Meo avanzó que tras el 5 llegarán otras 'puestas al día'.
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